¿Quién no quiere vacaciones? Esa pregunta tiene respuesta obvia, todos queremos tener descanso de vez en vez. La Semana Santa es una opción de disfrute para las familias mexicanas, además de la conmemoración cristiana, se espera con anhelo por los días de merecido descanso, es la excusa perfecta para darnos un respiro del ajetreo del día a día. Porque seamos sinceros, si no es ahora ¿cuándo?
Así que en lugar de quedarse en casa viendo cómo gira el ventilador mientras sueñan con la brisita del mar o de un lugar a gusto para descansar, pónganse el sombrero, las gafas y salgan a conocer lugares, a descubrir o redescubrir espacios en nuestro México, que por fortuna tiene muchos destinos para vacacionar, y por supuesto, salgan a probar la riquísima y variada gastronomía de nuestro país, porque también tenemos mucha.
Yo la verdad soy gente de costa, me gustan las playas, para mí hay destinos muy llamativos en nuestro país, como Puerto Vallarta. Es una delicia pasearse por su malecón, lleno de esculturas, sus playas doradas en donde se mezcla lo local con lo cosmopolita, puedes desayunar unos chilaquiles con vista al mar, darte una vuelta por su faro o ir al jardín botánico y cerrar con un tequila en una cena romántica.
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Acapulco, al que la naturaleza no le ha hecho justicia y le ha golpeado constantemente, pero se está levantando, no le creas a quien te diga que “ya fue”. Es un lugar que siempre tiene algo que ofrecer, su gastronomía, sus playas llenas de nostalgia y sus atardeceres pincelados, siguen ahí. Es un buen lugar para ir en estos días, sobre todo porque es momento de devolverle un poco de todo lo que nos ha dado, promoviendo su turismo y su recuperación.
Las playas de Veracruz, desde el Puerto hasta Coatzacoalcos o Tuxpan la playa más cercana a la Ciudad de México, tenemos mucho para ofrecer. En el Puerto se puede visitar el Acuario, San Juan de Ulúa y el malecón; en Coatzacoalcos, hay unas playas tranquilas y una cultura muy rica, por las tardes su malecón se pinta de rosa y oro, y con sus picadas, sus memelas y la carne de Chinameca te darás un festín buenísimo.
En el caso de Tuxpan (como mencioné anteriormente), es la playa más cercana a la Ciudad de México, así que, si no quieren manejar horas y horas en la carretera, esta es una excelente opción, tiene aguas cálidas, mariscos frescos y un sabor costeño que nos hace olvidar que existen los lunes. ¿Lo mejor? Llegas en menos de 4 horas por lo que podemos posponer el regreso hasta el último minuto del domingo.
En fin, México tiene un abanico de opciones, como los emblemáticos Pueblos Mágicos. Desde la arquitectura colonial de Taxco, los rincones coloridos de Tepoztlán o Real de Catorce, hasta los callejones llenos de arte y folclor en San Miguel de Allende, hay magia, literalmente, en cada esquina. Eso sí, a donde sea, pero siempre en familia. Somos seres humanos integrales y para ello, el derecho al descanso y el compartirlo con quienes más queremos es fundamental.
Finalmente, y aprovechando este medio, hago un llamado a las autoridades de todo el país para que se pongan las pilas y garanticen la seguridad de todas las personas en sus viajes en carretera, en las playas y en todos los lugares turísticos que la gente visita, que todas y todos puedan sentirse seguros a donde viajen para tomarse un merecido descanso.
Mtro. Agustín Torres Delgado
Secretario General de Acuerdos
Movimiento Ciudadano