Pues ya se cumplió un año de gobierno de Rocío Nahle y posiblemente haga una revisión minuciosa de lo bueno y lo malo, le dicen ahora fortalezas y debilidades. Muchos de sus colaboradores quisieran leer la mente de la gobernadora y saber si los va a despedir o no. ¡Veremos!
Ya se habló mucho de que es la primera gobernadora, ya se dijo que es el segundo piso de la Cuarta Transformación; ya se repitió una y mil veces que tiene un gran equipo, que dice la gobernadora, le ayuda muchísimo. Hasta ahí todo bien.
Ahora, desde el punto de arranque existe un tiempo de tolerancia, dado que el gobierno saliente fue gris e irresponsable. Con una nueva administración la esperanza social enciende la llama de un nuevo renacer, bajo el entendido de que las cosas se harán bien, serán diferentes, que todo cambiará.
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Es algo así como una luna de miel entre gobierno y sociedad; algunos le llaman curva de aprendizaje. Un año es suficiente para medir la eficiencia y eficacia de un gobierno, ahora de la Cuarta Transformación.
Esa luna de miel tiene fecha de caducidad. La gente es la que mejor evalúa. Los gobiernos estatales podrán tener sus medios, empresarios, aplaudidores afines, pero es la sociedad quien realmente valora el actuar de sus gobiernos locales, estatales y nacional. Amor con amor se paga, dice el refrán, aunque muchos gobiernos deprecian a la gente, a los pueblos originarios a los emprendedores, a los jóvenes, a las mujeres, en muchas de las veces.
La luna de miel dura aproximadamente un año: en que todo es color rosa, palabras bonitas, apapachos, etc. Pero cuando ya van conociendo la realidad de esa relación gobierno-sociedad el encanto se pierde. Es muy difícil para que un gobierno sea bien querido por sus políticas durante seis años. Nuestra política mexicana es tan amorfa, que se presta para corrupción, mal gobierno y pésima administración; ellos hace que la sociedad cobre factura a los malos gobiernos (y si no, pregúntenle al PRI, al PAN y al PRD); ojalá que no sea el caso de Morena.
En el caso del gobierno de Rocío Nahle, la luna de miel con la sociedad está por terminar: ya la gente empieza a manifestar inconformidad por aquello que hace o deja de hacer su primer círculo de colaboradores. Es evidente que los integrantes de derecha son los que han propiciado esta narrativa de denostar el trabajo de la primera mujer que gobierna Veracruz; su actitud machista no le permite aceptar que los y las veracruzanas votaron por una mujer para llevar las riendas de un gobierno diferente.
Rocío Nahle tiene todo a su favor: El Congreso de Veracruz, El poder Judicial, la Fiscalía del Estado; todo para poder desarrollar su gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación.
La luna de miel puede ser de largo aliento, de lo contrario, le esperan cinco largos años de engaños y desencuentros entre su gobierno y la gente, pensando que debe cuidar esé legado político que heredó Andrés Manuel López Obrador, porque Nahle le tocará encabezar la defensa del proyecto político de izquierda frente al proceso electoral de 2027 y de 2030. Sería una pena que perdiera Morena lo ganado de cara a una oposición retrógrada y delincuente.
En conclusión, la gente será la mejor evaluadora del gobierno de Rocío Nahle; y a ella, le corresponde, junto con millones de nosotros, seguir defendiendo los principios de la 4T, y eso implicaría forzosamente, hacer cambios en su gabinete y en sus líneas políticas que sea necesario cambiar. Ojalá así sea.
lm
