En este lado del mundo eres periodista, si traes la nota, si traes foto.
Si no traes nada y traes hambre, los que todo lo tienen te ven con desprecio.
Es peor si te lleva el carajo o si ya estás en la calle o teporocheando.
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Montones han sido muertos, han caído muertos o están desaparecidos.
Ya muchos ni los cuentan, lo primero que averiguan es quién era, qué hacía y cómo.
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Casualmente, así han vuelto periodistas a verdaderas escorias, o lo contrario.
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Entonces, ¿Qué te hace Periodista? Yo creo que el reconocimiento. Pero ese es un instante. O te lo da la gente o quienes te rodean. O quienes te siguen y quienes te leen.
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Cuando me quité de Ciudad del Carmen, por muchos años seguí colaborando y recibiendo el cariño y reconocimiento del señor Rafael Ocampo en la XEIT. Y es que cuando comenzó la asociación civil Periodismo Ciudadano, tenía un foro. Era lo único que había a finales de los 90 para publicar tus notas, digamos que en forma democrática. Porque la podía ver todo el mundo, y al postearla, sabías que si le servía a alguien en el mundo la podía publicar y la iba a publicar sin problema y tú lo mismo. Y todos éramos correspondidos. En algún momento empezaron a hacer concursos. Con mi reporte de ficción "El asesino del metro" me gané un día el sexto lugar. Y él me escribió un correo para felicitarme. También fui corresponsal de Lorenzo Octubre Mcgregor en la FM cuando vivía en la CDMX. Los recordé ahora en un día en que también pienso en otros compañeros que se han ido o los desvivieron o no están ni sabemos de su suerte. Ojalá en vida logremos tratarnos mejor. Los interesados en destruir al periodismo ya lograron su cometido, dividirnos, hacernos pelear, que formemos pequeñas tribus de exclusión. Que desaparecieran los medios. Solo quedan y sobreviven los que tienen como raíz a una familia.
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#liviainforma
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