“Estoy consciente de que la reacción del presidente será, como siempre ante quien disiente, critica o piensa distinto a él, la calumnia, el insulto y la amenaza”. Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León. Ciudad de México, 15 de septiembre del 2024.
En mi columna de la semana pasada me referí a la conferencia que dictó El Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León en la “Sesión inaugural de la Conferencia Anual de la International Bar Association” celebrada 15 septiembre 2024 en la Cd. De México.
En dicha conferencia, que no tiene desperdicio, se refiere al conjunto de reformas constitucionales recientemente aprobadas en México, opinando que destruirán el Poder Judicial y, con ello, enterrarán la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho.
Te podría interesar
En esta ocasión ocupo, para el epígrafe de esta columna, algunas de las palabras iniciales de la referida conferencia.
Concluí mi columna de la semana pasada afirmando que la Dra. Claudia Sheinbaum, debía ser la principal interesada en que concluya el accidentado (por decir lo menos), sexenio del Presidente López Obrador.
El principal problema en México, como se le quiera analizar, radica en la inseguridad y en la presunta complicidad del Gobierno con el crimen organizado. Pongo un ejemplo.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Como se divulgo en su oportunidad en varios medios, la Fiscalía de Sinaloa reconoció que el policía que acompañó a “El Mayo” Zambada, como escolta, José Rosario Heras López, el día que fue trasladado a Estados Unidos, el 25 de julio de 2024 era agente de la Fiscalía de Sinaloa desde hace 24 años.
En cualquier país civilizado, hubiera merecido la destitución inmediata del Gobernador de la entidad Rubén Rocha Moya, pero en México todos los gobernadores del partido en el poder, incluyendo a la Presidenta electa, apoyaron públicamente al gobernador, siguiendo sin chistar las instrucciones del Presidente, cuyo poder político es enorme, pero que tiene límites, como pronto se verá.
El primer manotazo sobre la mesa que habrá de dar la Presidenta Claudia Sheinbaum, deberá ser en el renglón de la seguridad.
Una cosa es que el Presidente López Obrador tenga que jugarse lo poco de prestigio político que le queda acusando a Estados Unidos de los problemas de violencia en Sinaloa, que su gobierno ha generado y otra muy diferente que la próxima Presidenta, ya en el poder, vaya a seguir el mismo camino.
Como dice la canción “A mi manera” de Claude François; AMLO vivió durante su gobierno la inmensidad sin conocer jamás fronteras y jugó sin descansar, a su manera, con la diferencia que ahora que el final se acerca ya, en lugar de esperarlo serenamente, está más inquieto que nunca, como se desprende de su agenda en esta su última semana al frente del poder ejecutivo.
Regresando al epígrafe, cabe decir que en su conferencia matutina del 18 de septiembre el Presidente afirmó:
“El doctor Zedillo tiene algo, que se los dejo de tarea para que conozcan cómo es realmente: cuando iba a rescatar a los potentados, a los que lo defienden, a los que lo trajeron ahora, cuando convirtió las deudas privadas de unos cuantos, en deuda pública, la eminencia, ….
En ese entonces, expuso, el ex presidente calculó que se requerirían 180 mil millones de pesos de dinero del pueblo. A la fecha, anualmente el gobierno tiene que erogar 50 mil millones para pagar esa deuda que suma 3 billones. Estimó que en 50 años finalmente se liquidará ese pasivo que, para entonces, calculó, oscilará entre 6 y 7 billones de pesos.”
Difícil un manejo más irresponsable de la información financiera, cayendo en politiquería. Alguien debería explicar al Sr. Presidente que un rescate bancario es para evitar que la economía de un país colapse, con resultados catastróficos para la comunidad en general, especialmente para los pobres, pero sería difícil que esto lo entendiera alguien, que, según sus biógrafos, tardó para terminar su carrera muchos más que los cuatro años que oficialmente duraba su licenciatura.
Se afirma que cursó materias entre 1973 y 1987, reprobando varias, destacadamente matemáticas, estadística, economía y economía política. Otras las aprobó con la calificación mínima, concluyendo con un promedio de 7.72. Se tituló en octubre de 1987. Pero de esto hablaré, si la tolerancia de mi editor lo permite, la próxima semana.