OPINIÓN LSR

“Alito” y Cuitláhuac: reconocidos sin reconocimiento

Zoomlítica: haciendo zoom a la política

Créditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

Si la política es mal vista por muchos ciudadanos, es por las prácticas nefastas que llevan a cabo algunos de los que se dicen ser “servidores públicos”. Desde luego que la tarea principal de cualquier político debe ser velar por el pueblo, pero también por el correcto funcionamiento del partido al que representa.

Esta semana pudimos ser testigos de dos actos que demuestran estas practicas tan presentes en la política que ya podríamos catalogarla como una cualidad inmersa en el acontecer público. Hablo de la reelección de “Alito” Moreno como presidente del PRI y el nombramiento (que se dará próximamente), a Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, dentro del próximo gabinete de Claudia Sheinbaum como Presidenta.

Hablaremos primero de Alejandro Moreno quien llegó a la presidencia del PRI hace cinco años, en agosto del 2019. Desde que tomó las riendas del partido rojiblanco, no ha hecho más que hundirlo cada vez más, pues los números obtenidos en la pasada elección presidencial, posicionaron al PRI como el cuarto partido con mayor cantidad de votos obtenidos y cuentan únicamente con dos gubernaturas, y ni hablemos de la mínima representación en las cámaras. Aún así, Moreno fue reelegido el pasado lunes 12 de agosto como presidente del PRI con 440 votos a favor y únicamente ocho en contra. Él mismo, fue quien impulsó cambios en los estatutos que le permitieron ser reelecto, como se nota que la buena escuela priista que lleva consigo Alejandro Moreno

Alejandro Moreno

¿Qué podríamos esperar de Alejandro? Desde luego, lo mismo o peor de lo que fue en su anterior administración, ¿Qué es lo peor de esto? Que esta reelección no es única, puede hacer una más y alargar su mandato hasta el 2032, ni los peores priistas de antaño se atrevieron a tanto.

Por otro lado, tenemos a Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, quien realmente llegó a cumplir una labor que sus antecesores no habían hecho, pues todos habían pasado por el estado costero viéndolo como nidito de oro, forrando sus bolsillos a costa de la seguridad, salud y vida de las y los veracruzanos, por ello podríamos decir que Cuitláhuac no pasará a la historia como el peor gobernador del estado, pues la vara está muy alta, pero desde luego que no será reconocido como un gobernante ejemplar, pues durante su mandato ha demostrado la poca empatía que tiene con los familiares de desaparecidos y de asesinados, también demostró que la prensa solo es buena si lo aplaude, mientras que si lo critica, será atacada y demeritada, pero de su administración no podemos decir nada. Desatención al tema de salud, con un incremento del 50% en los casos de dengue en la entidad e incluso la presencia de defunciones a causa de la inexistencia de una planeación de fumigación y campañas para evitar la propagación del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue. En seguridad ni hablemos, basta con visitar la zona sur del estado y reconocer que son tierras de cárteles, pero que tal para construir un estadio de futbol para un equipo inexistente, ahí si aparece el gobernador.

Cuitláhuac García

Pues todo este currículum fue el que le concedió a García Jiménez ser parte del gabinete de Sheinbaum, pues el lunes, la presidenta electa mencionó que todos los gobernadores salientes serán invitados a su gobierno, mencionando al veracruzano y afirmando que ya fue invitado, situación que posteriormente fue confirmado con el ejecutivo del estado en una conferencia de prensa, agregando que pedirá licencia como gobernador para asistir al llamado de la próxima presidenta.

Haciendo zoom… A como en la política, el no hacer nada es motivo para ser premiado. Con los ejemplos de “Alito” y Cuitláhuac, podemos ver como teniendo unos pésimos antecedentes, estos sirven como carta de presentación para ocupar cualquier cargo político, tanto para reelegirse después de casi acabar con tu propio partido, hasta pasar de gobernador a posible secretario de estado, tristemente la política no se trata de meritocracia, sino de contactocracia, entre mejor esté posicionado el político y más afines tenga, más fácil irá subiendo, logrando ser reconocido sin ningún reconocimiento.

ys