Desde que comenzó este año, está claro que la agenda mediática en todos los espacios de noticias ha sido las elecciones de éste próximo domingo 2 de junio. En este espacio he abordado desde diferentes perspectivas este camino a la jornada electoral, los debates, pifias y todo lo que ha girado alrededor de las candidatas y los candidatos, pero desde luego, el tema central de estas elecciones ha sido la tremenda inseguridad que han vivido quienes buscan un cargo público en este proceso electoral.
Desgraciadamente, desde que oficialmente iniciaron las campañas, casi diario ha existido algún tipo de agresión contra diversos candidatos en los diferentes niveles (federal o local). Estos atentados, tristemente han acabado con la vida de más de 20 candidatos, mientras que se contabilizan 149 asesinatos contra personas que participan directa o indirectamente en los comicios con alguna candidatura (asesor, familia, servidores públicos).
Tan grande ha sido esta persecución contra quienes buscan un cargo público, que el INE tiene registro de 532 solicitudes, de las cuales 487 han sido aprobadas, brindándoles a los aspirantes seguridad federal. Un ejemplo de esto es el estado de Guanajuato, donde el 50% de los candidatos tienen o han pedido esta protección federal.
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Desde luego, el crimen organizado ha tomado el papel protagónico en este proceso. En uno de mis trabajos anteriores, publicado el 15 de marzo titulado "Bandera de paz bañada en sangre", abordaba las cifras de inseguridad y percepción en diversos municipios y estados, donde ciudades como Fresnillo y Zacatecas, dentro del estado de Zacatecas, 9 de cada 10 habitantes se sienten inseguros. Desde luego, esos municipios son la cúspide de la inseguridad, tristemente a lo largo y ancho de México, el crimen organizado actúa a sus anchas en medio de una fallida estrategia de seguridad, provocando que, así como les ha ocurrido a candidatos, no nos encontremos seguros ni dentro de nuestra propia casa.
Podemos hablar de muchos ejemplos, como el caso de Gisela Gaytán, candidata a la alcaldía de Celaya, asesinada a balazos en pleno acto de campaña, o también, el atentado contra Alessandra Rojo, quien busca dirigir la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México y fue atacada a balazos mientras se encontraba en su camioneta. Pero desde luego, una de las mayores demostraciones de esta impunidad del crimen fue cuando el domingo 21 de abril, sujetos encapuchados detuvieron a la candidata Claudia Sheinbaum en Motozintla, Chiapas. Estos sujetos tenían un reten sobre el camino por el que transitaba la candidata, portando armas largas, controlando por completo la zona. Se hicieron llamar autodefensas y solicitaron a la candidata que, de ganar la elección, atienda el tema de inseguridad en la frontera sur de nuestro país. Si esto sufren las y los candidatos, ¿que nos depara a nosotros como sociedad? La inseguridad lleva más de dos décadas controlando México y durante estos últimos 5 años operan sin castigo alguno.
Haciendo zoom... ¿Quién va a garantizar que las personas puedan efectuar su voto en plena libertad y sin presión de ningún grupo delictivo? Durante meses la impunidad ha sido lo que ha ocurrido con los grupos delictivos en estos municipios, las autoridades prácticamente tienen miedo de actuar ante el crimen organizado. Es triste que en estas condiciones tengan que salir a votar y hacer valer su ciudadanía, pues si efectúan el sufragio, podría costarles la vida a algunas personas.
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