En uno de mis artículos pasados escribí acerca de la abolición de la prostitución y las implicaciones que tendría verlo como una opresión o como el empoderamiento de las mujeres en el ámbito sexual. Más adelante, en otro artículo, hablé acerca de los diferentes tipos de feminismos que hay en la actualidad. Así que ahora hablaré del abolicionismo feminista en general.
El feminismo de la abolición, o las mujeres abolicionistas, habla de la erradicación de las diferentes formas de denigración de la mujer, buscan acabar con la prostitución, la pornografía o la “maternidad suborgada”, de la cuál te voy a dar una pequeña definición y lo que implica.
La erróneamente llamada “maternidad subrogada” (el nombre correcto es gestación subrogada) es un método de reproducción asistida que se caracteriza porque la mujer que lo está gestando no es la misma que será madre del bebé. Es un método bastante complejo y el cual entra entre los primeros debates del feminismo actual.
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Hoy en día, en México se encuentra regulada únicamente en los estados de Sinaloa y Tabasco. Regresando nuevamente al tema, el feminismo abolicionista lucha contra la explotación del cuerpo de la mujer en todos los sentidos. Esto le da un amplio sentido a los debates que existen entre abolir una practica o regularla, como ocurre en otro ejemplo: la prostitución.
Las feministas abolicionistas defienden que en lugar de regular el tema de la prostitución o la gestación subrogada, debe abolirse. Defienden que la manera en la que podemos defender el cuerpo de la mujer es dejar de consumir todo lo que eso conlleva. Dejar de consumir la prostitución, por ejemplo.
Pero el debate comienza cuando nos damos cuenta de lo difícil que es para el sistema capitalista neoliberal dejar de consumir el cuerpo de la mujer, entonces entran otro tipos de feminismos, como el regulacionista, el cual defiende que, dado que no se puede acabar el consumo, lo ideal es regularlo y protegerlo.
Las abolicionistas nacen desde la erradicación de la esclavitud. A finales del siglo XIX se comenzó el activismo abolicionista, el cual tuvo muchas representaciones femeninas, mujeres como Olympe de Gouge, Virginia Woolf, Celia Amorós y Mary Wollstonecraft, quienes lograron defender a las mujeres de la esclavitud.
Hoy en España una de las grandes mujeres abolicionistas es Amelia Tiganus, quien defiende por completo que la regulación de la prostitución y de la pornografía solamente nos haría dar un paso atrás a todos los logros que el feminismo ha logrado. Dentro de su discurso se encuentra enmarcado que para tener libertad, se debe erradicar el sistema económico capitalista.
Dado que vivimos en un mundo de consumismo y nosotras somos el producto número uno que está a la venta y listo para consumirse, si llegara a desaparecer ese producto (nosotras) dentro del mundo capitalista, muchas empresas se vendrían a la quiebra. Empresas como las que venden productos de masturbación para las mujeres.
Hasta las grandes empresas pornográficas, que es uno de los grandes retos de las abolicionistas, como Amelia, que buscan erradicar por completo toda la industria. Es una expresión y una lucha completamente válida. De hecho, la mayoría de las corrientes feministas están de acuerdo con esa propuesta.
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Pero al mismo tiempo entra la vida real, entra la parte en la que sabemos que estas empresas no va a desaparecer, por lo menos no pronto, entonces, se debate la necesidad de regular estos ámbitos para que las mujeres que están sumergidas en esos mundos puedan estar protegidas y que la ley esté siempre amparándolas.
Como lo es en el caso de la prostitución, podemos asumir que las mujeres no entran a vender su cuerpo porque ellas quieran. La mayoría de las veces es por necesidad u obligación, y dado que es un ambiente altamente peligroso debe regularse y deben estar protegidas.
Aunque muchas de las ramas feministas puedan estar contradiciendo la una a la otra, es necesario entender que al final, todas buscan los mismo. Cada rama busca la libertad de la mujer, acabar con el sistema del patriarcado y hacernos entender que el sistema neoliberal y capitalista también nos oprime.
Seguramente tú, querido lector, tendrás tu propia opinión respecto a la abolición o regulación en muchos de estos temas. Así como tú, hermana feminista, podrás inclinarte más por una rama o por otra. Cada una de nosotras tiene sus propios debates y sus propias ideas de activismo y feminismo.
Pero sí es muy importante que sin importar hacia donde te vayas inclinando, estés consciente del daño que provocan estas prácticas, del daño material y emocional que provoca la prostitución y la pornografía a las mujeres y también a las infancias y siempre debemos buscar la protección de cada uno de ellos.
Tal como lo es para Amelia Tiganus: “El problema es el sistema, pero del sistema formamos parte nosotros y nosotras. Y las mujeres hemos avanzado, luchado y cambiado mucho”.
fm