A primera hora del viernes 1 de marzo de 2024 dieron inicio las campañas presidenciales. Un proceso electoral el cual estoy casi seguro que será recordado por mucho tiempo debido a que será el primero en el que dos candidatas se enfrentarán para conseguir la victoria en las casillas este próximo 2 de junio. También, será memorable porque es casi un hecho que tendremos por primera vez en la historia de nuestro país una presidenta (a menos que algo muy raro pase) que, sin importar el partido, marcará un antes y un después en la participación de las mujeres en cargos públicos a nivel nacional. Tristemente, también se prevé que sea uno de los procesos más violentos, pues sin haber iniciado de forma oficial los tiempos electorales, se tienen 14 asesinatos entre aspirantes y candidatos a diversos cargos de elección popular, este mar de sangre electoral esperemos y no sea así.
El escenario está puesto (triste como lo comenté en la entrega anterior), pero es lo que tenemos como ciudadanos. Por fortuna, aún estamos a tiempo para decidir o ser convencidos por uno de los tres candidatos a la presidencia, ya que podremos ser testigos de los 3 debates que realizará el Instituto Nacional Electoral (INE) con todos los candidatos. Estos debates serán los días 7 y 28 de abril y 19 de mayo, todos estos días son domingo. En estos encuentros esperemos que los políticos presenten sus mejores cartas y demuestren porque debemos salir el domingo 2 de junio y marcar su nombre en la boleta.
A todo esto, vemos que parte esencial de cualquier proceso democrático es salir a ejercer el sufragio, un derecho constitucional que recibimos los mexicanos al cumplir la mayoría de edad. Pero por desgracia, existe una gran cantidad de personas que optan por la abstención el día de la elección o, en otras palabras, prefieren no salir a votar. Registros del propio INE, mencionan que en 1994 la participación ciudadana era de más del 75%, con una población mayor de 18 años de cerca de 60 millones, hablamos de un aproximado de 45 millones de votos registrados en 1994, cerca de 15 millones de mexicanos se abstuvieron de votar.
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Las cifras poco cambian con los años, pues en las elecciones del 2012 con una población de cerca de 110 millones y un padrón electoral de aproximadamente 77 millones, la participación fue del 63%, algo así como 49 millones de personas salieron a efectuar su voto.
Como dato, la última elección presidencial del 2018, con una población de 120 millones y un padrón de cerca de 93 millones, la participación fue 52.7%, lo que equivale a casi 50 millones de votantes.
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Para las elecciones de este 2024 se tiene registrado en el padrón cerca de 100 millones de mexicanos, por lo que siguiendo el porcentaje de la participación ciudadana que conforme las estadísticas, desciende en cada proceso electoral, podríamos decir que 50 millones de mexicanos serán los que NO efectuarán su derecho este próximo 2 de junio. La mitad del padrón no serán quienes decidan el rumbo de nuestro país, pues no saldrán a votar por distintas razones, la delincuencia, la falta de propuesta, la desidia, entre otras razones. Esta abstención es muy preocupante para un país democrático como el nuestro.
Haciendo zoom… A esta enorme cantidad de mexicanos que no efectúan su derecho en los procesos electorales, sin duda es una lástima que como se dice “tenemos el futuro en nuestras manos” y no hacemos nada para cambiarlo. Claro que en muchas ocasiones los gobiernos tienen la culpa por sus malas o pésimas administraciones, pero también es culpa de nosotros como ciudadanos el no salir y marcar una diferencia cuando tenemos la oportunidad. El votar no significa solo llenar la boleta y echarla en la urna, significa conocer a nuestros candidatos, sus propuestas y votar con conciencia, cada 6 años debemos hacer valer nuestra ciudadanía pues es nuestra forma de hacer notar nuestro descontento o aprobación los gobiernos que tuvimos, por ello, informémonos, investiguemos y votemos este 2 de junio.
mb