“El respeto a la dignidad humana está por encima de cualquier consideración económica.” Eugenio Garza Sada.
En el año 2020, el Centro de Estudios Eugenio Garza Sada A. C. publicó el libro “Capitalismo Social. Legado Empresarial de Monterrey” donde se encuentran los principios del Manifiesto del Capitalismo Social.
Los autores del texto Capitalismo Social lo definen como: un sistema económico en libertad que se subordina a las exigencias de la ética, el medio ambiente y el bien común, reconociendo el rigor de los mecanismos de la economía.
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Se trata de un proyecto del Centro Eugenio Garza Sada dedicado a impulsar una corriente de pensamiento para detonar reflexiones e inspirar compromisos hacia un modelo que contribuya al bien común y genere desarrollo económico a la par.
La iniciativa se sostiene en cuatro principios y compromisos: Libre Emprendimiento, Dignidad Humana, Compromiso Social y Liderazgo Humanista.
- I. Defender el libre emprendimiento como el mejor sistema para producir riqueza, fomentando la realización de la persona. Nos comprometemos a defender el libre emprendimiento, actuando con ética, legalidad y transparencia como el mejor sistema para producir riqueza, fomentando la realización de la persona y el fortalecimiento de los principios de libertad.
- II. Situar en el centro el respeto a la dignidad humana, que debe estar por encima de cualquier consideración económica; se asume entonces el compromiso de garantizar el cumplimiento de los derechos humanos, laborales y sociales, así como brindar salarios y beneficios que permitan una vida digna. La dignidad es inherente a todos los seres humanos y su respeto está por encima de cualquier consideración económica. Este principio debe estar en la esencia y actuación de la empresa.
- III. Reconocemos que la empresa es un organismo económico con dimensión social cuyos beneficios, deben reflejarse en todos sus grupos de interés: propietarios, clientes, colaboradores, proveedores, autoridades y comunidades.
- IV. Actuar con liderazgo humanista. Debido a su relevancia e influencia, el empresariado con espíritu de servicio utiliza sus capacidades, autonomía y recursos para contribuir al desarrollo humano.
Como parte activa de nuestras comunidades, tenemos un deber ciudadano de involucrarnos constructivamente en los asuntos públicos en aras de formar parte de las soluciones que nuestras comunidades y el planeta necesitan.
Se requiere una labor permanente para demostrar la vivencia de nuestros principios y de una divulgación sin precedentes. Estamos llamados a convertirnos en formadores de nuevas generaciones de empresariado social en todos nuestros espacios de influencia.
El tema del liderazgo empresarial viene a colación por lo siguiente:
Durante los últimos años, se han observado modificaciones que conducen claramente a un Estado autoritario, me refiero al Plan “C”, que implementó Andrés Manuel López Obrador, que implicó, entre otras cosas: la intervención abierta de López Obrador en el proceso electoral del 2024 a favor de su partido, la conformación de una mayoría calificada inconstitucional que le permitió al partido del presidente obtener el 74% de las diputaciones habiendo recibido el 54.7% de los votos, así como la desaparición de los organismos autónomos y el desmantelamiento del poder judicial.
Y como si lo anterior fuera poco, se aprecian también tendencias recientes en la administración pública tanto de López Obrador y ahora con la Dra. Sheinbaum, que tienden a la estatización de la economía, que en ocasiones parecen inclinarse a lo ocurrido el período 1970 – 1982, que tan malos resultados dejó a la economía de México.
Mientras que en 1960 existían menos de 30 empresas estatales en 1970 superaban 270 y en 1982 la cifra llegó a casi 1250. Dicho con otras palabras, durante la época conocida por vox populi, como “Docena trágica” (1970-1982), se crearon casi 1,000 empresas estatales.
En la actualidad nadie podría objetar la necesidad de una participación decisiva del Estado, para lograr la equidad y la justicia, pero siempre debería quedar espacio para los empresarios, siempre y cuando pongan por delante el interés de la sociedad y de sus trabajadores, como lo hizo invariablemente Don Eugenio Garza Sada (en quien se inspira el a Manifiesto Capitalismo social), a quien cito en el epígrafe.
“El Estado del bienestar” surge en la época donde el mundo se encontraba saliendo de la “Gran depresión de 1929”, cuando las propuestas del economista inglés John M. Keynes, hacen que emerja como un complemento a los sistemas de mercado que habían fracasado.
Las políticas públicas que se implementen a partir de 2025 deben buscar un mayor crecimiento económico mediante el incremente de la inversión en proyectos que realmente correspondan al Estado y dejar a un lado aquellos que no sean productivos o que puedan ser realizados por el sector privado.
Un estado vigoroso solamente debe hacer lo que el sector privado no puede hacer, no debe intervenir en manejar aeropuertos, trenes, líneas aéreas o carreteras. Según la opinión de algunos especialistas, un estado cerrado y autoritario se vuelve ineficaz y corrupto. Sin vigilancia y contrapesos la ineficiencia y la corrupción serán el común denominador en Pemex, CFE, aeropuertos y Mexicana. Exactamente como ocurrió el período 1970 – 1982.
Estariamos, al parecer, en una franca regresión al pasado.