El primero de octubre del 2024 es, y va a ser para toda la historia, un día en el que se logró un gran cambio en el país, hablo de un verdadero cambio, no únicamente el cambio de partido que ya hemos visto a lo largo de la historia de México. Me refiero a la mujer que nos abre la puerta (no a todas, pero lo explicaré más adelante) para poder aspirar a ser presidenta de México y a lograrlo.
En el momento en el que escribo este artículo mi presidenta se llama Claudia Sheinbaum Pardo. Una mujer científica y política mejor preparada que muchos presidentes que hayan llegado al puesto, una mujer que a lo largo de su campaña y de su carrera política ha recibido critica tras critica, incluso desde antes de dedicarse a la política.
Ella ha sido sinónimo de constancia y perseverancia para nosotras y para las minorías. Se le ve en las fotografías en aquellas marchas en las que luchaba por lo justo, lo equitativo y lo correcto. De igual manera se le ha visto como una mujer cercana a Andrés Manuel López Obrador, que, sin lugar a duda, la impulsó y apoyó para llegar hasta donde está.
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Este suceso histórico demuestra muchas cosas y aunque tú, querido lector, no simpatices con el partido político por el que ella llegó a la presidencia de la República, no puedes dudar que esto abre puertas, abre debates y es un preámbulo a que sea una mujer la que impulse a otras mujeres de las siguientes generaciones.
Por primera vez en nuestra historia los 3 poderes de la unión los lideran mujeres, eso es algo que, como mujer, como abogada y como persona con sueños y aspiraciones, me trae sentimientos inexplicables, ya nada me impide poder luchar por ese sueño, que hoy ya no se ve tan lejano, de querer ser presidenta como cuando tenía 8 años.
Aunque admito que también es lamentable que todos los días he visto críticas respecto a cómo luce la presidenta en sus mañaneras, al lazo que tenía con el expresidente y a cómo llegó al cargo que tiene ahora. No hay un día en el que realmente algún hombre hable del avance que ha sido esto y, por consecuencia, arrojaré un dato no oficial, pero que si lo investigas llegarás a las mismas conclusiones que yo.
En 2009 en Estados Unidos sucedió un hecho histórico que creó discusiones entre los ciudadanos. Por primera vez en su historia tuvieron un presidente afroamericano y eso fue digno de celebrar y de sentirse orgulloso, aunque paralelamente, en las noticias, empezaron a salir más ataques hacia la comunidad afroamericana ¿habrá sido una coincidencia?
No se ha demostrado una correlación oficial, pero, si investigas el número de ataques a este sector de la población desde que él empezó su mandato, notarás que es altísimo, hubo un crecimiento considerable de asesinatos. Me parece importante mencionarlo ahora por todo lo que he visto y escuchado respecto a lo que está sucediendo en nuestro país.
Muchos hombres están enojados, anonadados por pensar que una mujer será la líder de nuestra nación, muchos otros están felices porque tienen la creencia de que ella no podrá hacerlo sola o que será liderada por un hombre, o por todos los hombres que están detrás de su triunfo (el cual fue inminente), pero los hombres no son los únicos en caer en estas falacias.
En redes sociales me he topado con mujeres que critican hasta cómo va vestida a sus mañaneras, refutan que siendo una mujer debería ir vestida de manera diferente, parece que se les olvida quién es ella. Se les olvida que ella viene de todas las luchas y protestas que pudiéramos mencionar en el México moderno. No recuerdan que es una mujer de izquierda y de la UNAM que luchaba.
El punto al que quiero llegar es que para aquellas personas que no estén de acuerdo en lo que está sucediendo ¿será fácil que asimilen que ahora nos gobierna una mujer? ¿querrán tomar represalias sobre todas las demás mujeres que no tenemos ese poder político? ¿aumentarán los ataques hacia nosotras?
Otro punto que quiero mencionar es el discurso que ella da al tomar protesta. Ella dice que llegamos todas, pero es una enorme mentira que llegamos o que podremos llegar todas. Eso no pasará, jamás llegaremos todas y probablemente jamás tendremos oportunidad de, por lo menos, acercarnos a un puesto político de esa magnitud.
Vivimos entre tanta desigualdad y tanta injusticia que se me hace triste tomar ese discurso para motivarnos cuando sabemos que aquí, en México, eso no sucede. El nivel de oportunidades no es el mismo para todas. No todas estamos en la misma situación social, ni económica, ni política y desgraciadamente muchas de las niñas que tienen ese sueño, jamás lo alcancen.
Tengo mis expectativas muy altas para este gobierno, realmente creo que puede hacerlo muy bien. No espero más por tratarse de una mujer porque sería caer algo en lo que no creo, pero espero que con su preparación todo salga mejor en este sexenio. De la misma manera en la que veo cosas tramposas en su discurso, ojalá las oportunidades y la educación para todas las niñas que hoy tienen ese sueño cambien.
Ojalá nuestra presidenta quiera poner las cartas sobre la mesa para que todas las niñas en diferentes situaciones económicas y sociales tengan la oportunidad de soñar y de hacer realidad lo que el primero de octubre vieron en la tele. Ojalá, Claudia Sheinbaum, sea esa mujer que nos impulse, mediante políticas públicas a todas la que la vimos hacer algo histórico.