La labor periodística es una tarea tan bella como peligrosa, el amor que genera escribir y llevar a cabo este oficio es, sin duda alguna, sumamente satisfactorio. El poder informar sobre diversas situaciones a la población nos lleva a contar con una ética profesional muy clara pues muchas veces lo que la audiencia consume lo considera una verdad absoluta.
Es peligrosa también ya que frecuentemente decimos lo que algunas personas no desean escuchar, ya sean políticos, grupos criminales, empresarios o grupos de poder, estos trataran a toda costa de contener que cierta información que pueda afectar cualquier tipo de interés sea publicada y es ahí donde muchos periodistas encuentran un área de oportunidad. Motivos como este son los que le dan motivo al periodismo y los medios de comunicación de ser llamados “El cuarto poder”, título el cual hace referencia a como la prensa, en sus distintos canales, pueden realizar un control ejerciendo una fuerza social tan fuerte como los otros 3 poderes de la unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
Tan viejo es el periodismo como un término que todos los que realizamos esta labor tenemos muy presenta, hablo de la “libertad de expresión”. Esta libertad según data desde la época de los griegos, pero ellos la llamaban “parresía” y se traducía como “la posibilidad de decirlo todo”. Esta oportunidad estaba presente únicamente una vez al año durante los festivales de comedia, situación que aprovechaban los comediógrafos para mofarse de los gobernantes y denunciarlos por corruptos, adúlteros, etc.…
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Pero la libertad de expresión viene acompañada de otro termino sumamente presente en el periodismo, la censura. Esta práctica nada ética tiene supuestamente su origen en la época de los mismos griegos con la constitución de Licurgo, pues el filólogo (profesional que estudia una lengua) español Luís Gil, en su libro “La censura en el mundo antiguo”, menciona que esta constitución convirtió a Esparta en un estado cerrado y militarista el cual mantenía la población alejada de toda influencia externa. También prohibía a todos los habitantes los viajes al exterior, además, censuraban poetas y filósofos bajo el pensamiento de que podían contaminar a la población.
Al día de hoy las cosas no han cambiado mucho, los periodistas velan por la libertad de expresión, pero al mismo tiempo sufren de censura. Esto entra a colación en nuestro país gracias a la investigación publicada el año pasado por el Consorcio de Investigación para México del Estudio Wolrds Of Journalism, donde investigaron la situación actual de los periodistas en nuestra entidad federativa. En esta investigación se realizaron encuestas a 486 profesionales del periodismo y alguno de los resultados obtenidos son los siguientes:
• Solo el 16% de los encuestados considera que los medios tienen total libertad para desenvolverse. Es decir, las personas encuestadas perciben control interno sobre su trabajo, pero no externo, pues existirían factores sociopolíticos que incidirían en su trabajo.
• La política editorial y los jefes y superiores es influyente para seis de cada diez encuestados (61.3 % y 59.3 %, respectivamente)
• Las fuerzas armadas son un factor de alta influencia para uno de cada diez periodistas (9.7%), mientras que tanto los funcionarios de gobierno como el crimen organizado lo es para casi un cuarto de los encuestados (23.9% y 23.6%, respectivamente).
• La censura gubernamental está presente en casi 4 de cada 10 periodistas (35.4%)
• En temas de agresión periodística, los amigos y familiares de los periodistas, en 9 de cada 10 casos, perciben apoyo de estos mientras que de las autoridades gubernamentales solo 1 de cada 10 (86.2% y 14%, respectivamente).
Como podemos ver en nuestro país los periodistas se sienten presionados por alguna fuerza externa como lo mencioné al inicio y no solo hablamos de que los grupos de poder traten de controlar que se dice y que no se dice mediante una censura mediática, por desgracia esa censura puede llegar hasta privar de la vida a los profesionales del periodismo, pues las cifras lo demuestran, según artículo 19, una organización que vela y defiende los derechos de libertad de expresión y acceso a la información de todas las personas, en México del 2000 al 2023 informó que han sido asesinados 163 periodistas por únicamente cumplir su trabajo.
Haciendo zoom… Al último caso muy sonado en los medios, la salida de la periodista Azucena Uresti del medio “MILENIO” donde protagonizaba el noticiero “Prime Time” de esta cadena. En su mensaje de despedida mencionaba que debido a las “circunstancias actuales” tomaba la decisión de demitir del medio, lo que provocó que toda la comunidad sobreentendiera que se trataba por presiones de AMLO, días después Obrador salió a decir que él no tenía nada que ver con esta situación. El periodista Carlos Loret de Mola en su Columna “Detrás de cámaras en el caso Azucena Uresti” del pasado martes 23 de enero del 2024 mencionaba que fuentes afirman que Milenio y Azucena sufrían de una extrema presión gubernamental en cuanto a la decisión que sí y que no salía a la luz y justamente por publicar algo que no tenía autorización, fue que la forzaron a renunciar de su programa. Otro caso del que podemos hablar es del periodista Ciro Gómez Leyva, quien sufrió un atentado cuando conducía su camioneta de regreso a su casa tras finalizar su noticiero en Imagen Televisión. Ciro pudo contar que sobrevivió a su intento de asesinato gracias a que conducía una camioneta con blindaje, pero como lo mencioné, tenemos 163 periodistas asesinados y por desgracia no todos contamos con una protección como la de Ciro o un apoyo como el de Azucena, la censura está muy presente en nuestro país y por desgracia, está quitando vidas, no importa el color que se encuentre en el ejecutivo, la situación es la misma, el periodismo es hermosamente peligroso.
mb