“…La instantaneidad crea interacciones entre el tiempo, el espacio y las actividades humanas para las cuales resultan cada vez más inadecuadas las antiguas formas de intercambio dinerario”.
Marshal McLuhan*
El Lunes 6 de marzo del presente año, el Dr. Agustín Guillermo Carstens Carstens, Gerente del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en ingles), recibió el Premio de “Economía Rey de España” de manos del Rey Felipe VI de España.
Este premio consiste en 72 mil euros, es considerado uno de los más importantes en materia económica y es otorgado cada dos años por la Fundación José Celma Prieto. Don Miguel Mancera Aguayo, uno de los principales maestros de Carstens, recibió este reconocimiento en 1992 (30 de noviembre) a manos del Rey Juan Carlos. “Es una feliz coincidencia… a los quinientos años del encuentro de nuestros mundos”, mencionó en esa ocasión Don Miguel.
El evento tuvo lugar en el Banco de España en Madrid, donde Agustín debió sentirse muy cómodo; como se sabe antes de ocupar su puesto actual en el BIS fue Gobernador del Banco de México entre el 1 de enero de 2010 y el 30 de noviembre de 2017. Desde el 1 de diciembre de 2017 es el gerente general del Banco de Pagos Internacionales. (Wikipedia)
El discurso pronunciado por el director del BIS, al recibir el premio, al que llamó “El valor de la Confianza”, un título que adopto para esta columna, no tiene desperdicio. Trataré de rescatar algunas pinceladas.
“…Desde finales de los setenta y hasta septiembre de 1982, México acumuló múltiples desequilibrios macroeconómicos que culminaron con el agotamiento de las reservas internacionales, el abandono de la fijación cambiaria, la imposición de un control generalizado de cambios, incumplimientos en nuestra deuda externa y la nacionalización del sistema bancario. Fue una crisis fiscal, bancaria y cambiaria. Todo voló en pedazos.”
En el párrafo anterior se advierte lo que ocurre cuando las políticas públicas se aplican inadecuadamente. En esa época… “El sector público incursionó en la producción de acero, substancias químicas, automóviles, bienes de capital y una gran variedad de productos más, a la vez que pasaban, de manos privadas a públicas, empresas de servicios, como las de telefonía y aviación, y hasta algún centro nocturno”, mencionó Don Miguel Mancera en su discurso de 1992, cuando recibió el Premio Rey Juan Carlos.
Carstens también afirma que “Durante los últimos años de los ochenta y los primeros de los noventa, México llevó a cabo muchas reformas estructurales: la autonomía del Banco de México, la apertura comercial, la desregulación de muchas actividades internas, la privatización de empresas públicas y de la banca, la creación de la autoridad de competencia económica y la apertura a la inversión extranjera, incluyendo la que tuviera como destino la deuda pública interna.”
Desafortunadamente, en 1994 el país después de un periodo de estabilidad, por razones económicas y de inestabilidad política, sufrió una severa crisis “Una de las partes más complicadas fue el saneamiento del sistema bancario, que reportó un costo aproximado para el erario público de 15% del PIB”, explica.
Carstens se pregunta: “¿qué elemento identificaría como el ingrediente fundamental para asegurar el éxito de las políticas públicas?”
La respuesta tiene que ver con valor que reviste la confianza de la sociedad en las políticas públicas. Pone varios ejemplos al respecto.
El primer ejemplo muy claro sobre la confianza está asociado a la Banca Central. El dinero como hoy lo conocemos, es de acuerdo con quien acostumbro a llamar el vidente de la comunicación, Marshal McLuhan, a quien cito en el epígrafe, es un mero movimiento de información.
Milton Friedman, célebre economista norteamericano especialista en asuntos monetarios, coincide con McLuhan cuando afirma: “¡Quien sabe cuál será la encarnación futura del dinero! ¿Quizás unos bytes de ordenador? **. La diferencia entre estos pensadores es que McLuhan lo dijo hace 60 años y Friedman hace 30.
La convención social del dinero, como hoy lo conocemos, se sustenta en la confianza que le dispensa el público. Y siendo el dinero el embrión de todo el sistema financiero, la estabilidad de este último depende por tanto de la confianza.
El dinero no tiene valor intrínseco, su valor radica en la confianza como medio de pago, de ahí la gran responsabilidad de la Banca Central de un país y el enorme poder que tiene.
El segundo ejemplo que pone Carstens sobre la confianza es el control que en un país debe ejercer el Banco Central sobre la inflación.
Las inflaciones como afirmaba Antonio Ortiz Mena (1907-2007) las inician los gobiernos…Luego las acciones especulativas de todos los agentes económicos actúan en su favor y la propalan.
Desde tiempo inmemorial, señala Milton Friedman, los soberanos, reyes, emperadores, han sentido la tentación de recurrir al aumento de la cantidad de dinero para allegarse medios con que emprender guerras, construir monumentos u otras finalidades.
A menudo cayeron en esa tentación y siempre que lo hicieron la inflación no se hizo esperar.
Estudios teóricos y la experiencia sugieren que toda inflación sustancial es siempre y en todo lugar, un fenómeno monetario. Se produce cuando la cantidad de dinero en circulación aumenta con mayor rapidez que la producción.
Sin duda se requiere de una intervención contundente del Banco Central, para frenar la inflación.
El tercer ejemplo tiene que ver con lo que nuestro personaje llama dinero primario, que es la emisión de Billetes y Monedas que realiza el banco central y a partir del cual se va multiplicando a través de toda la estructura del sistema financiero. Lo explicaré con un par de graficas que el amable lector podrá multiplicar si lo desea mediante el siguiente enlace:
En este cuadro 1, se presenta el saldo en la cantidad de Billetes y monedas que ha emitido el Banco de México desde el año 2000. A enero de 2023 la cifra asciende a 2,454,983,680.2 miles de pesos.
En este cuadro 2, que incluye además de las Monedas y billetes en poder del público los depósitos a la vista y a plazo en el sistema financiero y los valores públicos asciende a 16,413,947,942.0 miles de pesos a enero de 2023 es decir, los pasivos financieros se multiplican 6.69 veces en relación con la emisión de dinero primario.
En su intervención, Agustín Guillermo, se refiere a la emisión de dinero que surgió recientemente y afirma … “El resultado ha sido la proliferación de las llamadas criptomonedas que no pueden garantizar ni la firmeza de los pagos ni un valor estable, por lo que es evidente que no cumplen con los atributos fundamentales del dinero”
Se refiere también al sistema financiero no bancario. “Durante las últimas décadas, hemos visto también un crecimiento muy acelerado del sistema financiero no bancario. Este sector comprende fundamentalmente actividades con valores, incluyendo instrumentos de deuda y formas más amplias de intermediación desempeñadas por compañías de seguros, empresas de servicios de inversión, fondos de inversión y de pensiones, y hedge funds, entre otras. De hecho, en muchos países, la intermediación no bancaria desde hace unos años representa más del 50% del sistema financiero.”
El cuarto ejemplo sobre la confianza que expone Agustín Guillermo Carstens Carstens es que el gobierno debe observar las restricciones presupuestales sin tener que recurrir al financiamiento del banco central.
La conclusión de discurso de Carstens no tiene desperdicio.
“Quisiera concluir con un pensamiento final. A pesar de que he resaltado una y otra vez el valor de la confianza en las políticas públicas como ingrediente fundamental para su éxito, éstas no son un fin en sí mismo. La confianza en la política monetaria, la fiscal y la regulación y supervisión del sistema financiero son sólo una condición necesaria pero no suficiente para alcanzar objetivos más altos para el bienestar de la sociedad, entre ellos mayores ingresos, más y mejores oportunidades de trabajo y la provisión de servicios públicos adecuados para la población”.
Me recuerda la conclusión del discurso de Don Miguel Mancera Aguayo en el mismo foro hace unos 30 años
“¿Que hacer, entonces, frente a la acentuada desigualdad de ingreso? Primero, evitar su agravamiento. Para ello, es preciso luchar contra la inflación, combatir innecesarias situaciones de tipo monopólico, regular atinadamente los llamados monopolios naturales y, además no desperdiciar en el manejo ineficiente de empresas públicas los escasos recursos de que el gobierno dispone, sino dedicarlos, como por fortuna se está haciendo ahora en México, al alivio de lamentables privaciones. Estas acciones torales no son, sin embargo, tan importantes como realizar un esfuerzo supremo en materia educativa.”
¿Casualidad, causalidad o destino?
*La Comprensión de los medios como extensiones del hombre. Marshall McLuhan. PAIDOS. Barcelona. 1964. pp 153.
LOS PERJUICIOS DEL DINERO. Hacia un nuevo liberalismo económico. Milton Friedman. E Grijalbo. 1992. pp 15