“Los principales inconvenientes de la sociedad económica en que vivimos son su incapacidad para procurar la ocupación plena y su arbitraria y desigual distribución de la riqueza y los ingresos." (Keynes:328)*
La presentación de “Colectivo por México”, el lunes 30 de enero de 2023, en el WTC de la Ciudad de México, que reunió a un grupo numeroso de políticos, académicos, empresarios y activistas de la sociedad civil a la conformación de un nuevo frente opositor para buscar solución a severos problemas que enfrenta nuestro país, permiten reflexionar sobre la situación de la distribución del ingreso y de la riqueza.
El supuesto implícito de “Colectivo por México”, desde mi perspectiva, es que la distribución del ingreso y de la riqueza no han mejorado y probablemente ha empeorado durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
Pero iniciemos definiendo, lo que en economía se entiende por estos conceptos: la riqueza es el patrimonio de una persona o familia, es decir sus activos de todo tipo, como propiedades y activos financieros. Dicho con otras palabras, se trata de activos tangibles e intangibles acumulados a la largo del tiempo, mientras que el ingreso es lo que se obtiene durante un periodo de tiempo, por ejemplo, un año.
Cuando hablamos de un país, la riqueza incluye su territorio, recursos naturales e infraestructura acumulada a lo largo del tiempo, entre otras cosas. El ingreso nacional al que podemos llamar también Producto Interno Bruto (PIB) se refiere al total de bienes y servicios finales que se producen en un país durante un periodo determinado generalmente un año.
El 21 de mayo de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de sus conocidas diarreas verbales, afirmó que ya no debería tomarse en cuenta el PIB para medir la economía sino otros indicadores que tomaran en cuenta el bienestar y la felicidad.
«Estoy ahora trabajando sobre un índice para medir bienestar, un índice alternativo al llamado Producto Interno Bruto, un nuevo parámetro, que va a medir si crecimiento, pero también bienestar, también grados de desigualdad social»
«A lo mejor contribuimos también para tener otros parámetros en el mundo, para poder saber si realmente hay bienestar porque el progreso sin justicia es retroceso, no se trata nada más de acumular riqueza y menos si se trata de acumular riqueza en pocas manos» **
Nadie, en su sano juicio, puede dudar que un país, entre más igualitario sea, beneficia a todos, pero veamos lo que ha ocurrido al respecto en lo que va del sexenio de AMLO, a través de los instrumentos económicos existentes para el efecto, dejando a un lado las sandeces anotadas del presidente, en los que, por suerte, no ha insistido.
Coeficiente o Índice de Gini.
Herramienta, desarrollada por el italiano Corrado Gini (1884–1965); se utiliza para medir la concentración del ingreso entre la población de un país. Puede situarse entre 0 que significa una distribución perfecta del ingreso entre las personas hasta 1 que significa el peor escenario (todo el ingreso lo obtiene una sola persona).
Los países igualitarios como Finlandia, Dinamarca o Suecia alcanzan rangos de un 30% en este índice, mientras nuestro país para 2020, e índice fue de 46.4% ocupando el lugar 25 en el ranking mundial, superado solamente por 24 entre los países con peor distribución del ingreso.https://www.indexmundi.com/es/datos/indicadores/SI.POV.GINI/rankings
Índice de Desarrollo Humano.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP), por ejemplo, elabora para cada país un Índice de Desarrollo Humano (IDH), que incluye tres componentes promediados: 1.-la esperanza de vida al nacer (un indicador de la salud de la población); 2.-el nivel educativo (un indicador de las capacidades de los individuos); y, 3.-el PIB real por habitante (el indicador estándar de la situación material). En México en 2021 el índice de desarrollo humano (IDH) fue 0,758 puntos. México se encuentra en el puesto 86 del ranking de desarrollo humano (IDH).
Consejo Nacional de Evaluación de la Política del desarrollo Social. (CONEVAL)
De acuerdo con Coneval, la pobreza total pasó de 41.9% de la población en 2018 a 43.9% en 2020, un incremento de más de dos y medio millones de personas, mientras que la pobreza extrema pasó de 7.0% a 8.5%, un incremento de más de 1.9 millones, en el mismo periodo. En la medición CONEVAL destaca el incremento en la carencia de servicios de salud que creció de 16.2% a 28.2% entre 2018 y 2020 los dos años del Presidente AMLO.
Conclusiones.
Es muy pronto para realizar un pronóstico sobre la la situación final de la distribución del ingreso al final del actual sexenio, debido al efecto del COVID que afecto las estadísticas durante los primeros años.
La esperanza de vida al nacer, en México, se deterioró pasando de 75 años en 2019 a 71 años, lo que afectará el IDH lo mismo que el rezago en el sector educativo y el PIB per cápita que se reducirá sensiblemente en el sexenio debido al incremento en la población.
Las preocupaciones en cuanto a la distribución del ingreso de “Colectivo por México” parecen estar fundadas.
En cualquier escenario, la prioridad del país deberá ser mejorar la distribución del ingreso y como consecuencia de la riqueza.
Para lograr lo anterior, en la agenda de los próximos gobiernos, se deberá ser selectivos con las practicas clientelares a las que es tan afecto AMLO e incluir una reforma fiscal a fondo, que logre recaudar recursos de las clases pudientes cuyo deporte preferido es la evasión.
*Keynes, J. M. (1936). TEORÍA GENERAL DE LA OCUPACIÓN EL INTERÉS Y EL DINERO. Fondo de Cultura Económica. México. Primera edición en español 1943.
**https://www.heraldo.mx/lanzara-amlo-su-indicador-de-felicidad-y-bienestar/
***https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx
