VERACRUZ, VER.- La mirada de confusión es algo que comparten las y los aspirantes de la Universidad Veracruzana (UV) después de realizar el examen de admisión. Algunos salen con prisa, otros, desorientados, acalorados y con la mirada clavada en el teléfono. Aspirantes como Mía Valeria Méndez, originaria del puerto de Veracruz, admiten que sólo pudieron dormir 3 horas debido a la ansiedad.
Esto, dice con una sonrisa, a pesar de que comenzó a estudiar desde febrero. "Es una experiencia única, aunque sí sentí el examen algo pesado", dice apenas sale del Campus Mocambo, de la ciudad de Boca del Río. Valeria presentó examen para la Licenciatura en Pedagogía, a donde ingresan aquellos cautivados por la enseñanza.
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Contexto: UV aplica examen de admisión en dos fechas
Este domingo 25 de mayo, fue el último día presencial de aplicación de exámenes de admisión de la UV. Según el rector, Martín Aguilar Sánchez, 45 mil aspirantes presentaron la prueba de ingreso para la máxima casa de estudios, en el periodo del 24 al 27 de mayo, fechas que incluyen los exámenes virtuales.
Valeria explica que durante el examen sintió estrés y nervios, algo que asegura, sienten la mayoría de los aspirantes. Detrás suyo, se encuentran personas que entregan folletos de universidades privadas a cada estudiante que sale del campus. Al costado, hay un perifoneo que intenta reanimar a los aspirantes para que, en caso de no ser seleccionados, contemplen otras opciones además de la UV. Yetzamil Castilla Reyes, aspirante a la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, lleva uno de esos folletos en la mano.
"Que sea lo que Dios quiera. Si quedo, ¡qué bien! Y si no, pues no, pero aquí echándole ganas", dice sonriente.
Ella también se preparó desde febrero para esta experiencia que describe como un sueño. Es originaria de la comunidad de Piedras Negras, ubicada en el municipio de Tlalixcoyan. Si queda, explica, viajaría de forma diaria 1 hora y media desde su casa hasta la facultad, ubicada en el campus Mocambo de Boca del Río. Tiene nervios y miedo porque "compites con mucha gente", pero está segura de que encontrará un lugar en la UV.
"Yo sería la primera y única de toda mi familia, de parte materna y paterna, en entrar a la universidad. Por eso le eché ganas", dice Yetzamil Castilla Reyes, de 18 años.
Una nueva vida
Los jóvenes no son los únicos nerviosos durante la aplicación del examen de admisión. Los padres y madres, que permanecen bajo el sol, en la poca sombra que encuentran y dentro de Plaza Mocambo, también esperan ansiosos. Una de ellas es Neri Morales, quien con una sombrilla y su esposo, miran inquietantemente la entrada del campus en busca de su hijo Yamil Martínez, de 18 años, que presentó examen para la carrera de químico farmacéutico biólogo.
"Estamos a la expectativa de que todo salga bien. Se ha preparado mucho este último año para este momento, estudió desde agosto".
Neri no sólo está así por el examen, sino por lo que viene después, ya que su hijo estudiará en la facultad de Xalapa y dejará de vivir con ellos en el municipio de Paso de Ovejas.
"Creo que es la experiencia más dura, separarse de él. Que ya no viva conmigo, pero es algo que yo también hice, fui foránea el primer año y después viajé", explica.
Por eso, dice, sabe que a su hijo le tocará madurar "de golpe, de sopetón" porque ya no estará bajo su resguardo. A pesar de que hablar de esto le pone los ojos llorosos, también se describe como una madre feliz y emocionada. Según explicó Martín Aguilar, de los 45 mil aspirantes, sólo 21 mil serán seleccionados para estudiar en la Universidad Veracruzana e iniciar otra etapa académica.
ys