VERACRUZ, VER. - Un hombre ondea la bandera de México a lo largo de la calzada Juan Pablo II, en Boca del Río. Atrás de él están varios trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) que, con carteles y bocinas, mantienen un paro de labores que inició el 19 de agosto porque están en contra de la reforma propuesta por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
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Entre esos trabajadores está Salvador Castillo Garrido, magistrado que lleva más de 30 años trabajando dentro del organismo, el cual dice le ha dedicado su vida, su tiempo y cariño, él al igual que muchos de los que están ahí tiene fe que la reforma no se lleve a cabo.
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La iniciativa de reforma fue presentada en febrero pasado por el presidente López Obrador y es parte del paquete de 20 reformas para modificar diversas partes de la Constitución del país. En los puntos que se destacan y que han sido criticados por los trabajadores es que con las modificaciones se planea elegir a jueces y magistrados por votación popular, por un periodo de 12 y ya no de 15 años.
Salvador Castillo considera que la elección de jueces y ministros por el voto popular es uno de los puntos más críticos que plantea la reforma, pues está seguro de que no serán los ciudadanos quienes elijan a los jueces y magistrados, sino que estarán a merced de los órganos de gobierno para el beneficio de las personas en el poder. Además, indica que es un atropello para los jóvenes que recién inician su carrera en el PJF y que se están preparando para lograr un ascenso en sus áreas.
“Creo que es una agresión muy grave para su proyecto de vida, porque los jóvenes están pensando en hacer un proyecto de vida en el sistema de justicia y se los quieren quebrantar. Yo ya casi me jubilo, pero sí se me hace que es un avasallamiento indebido”, dice Salvador.
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El hombre de 61 años lleva la mitad de su vida dedicada a la impartición de justicia, comenzó su trabajo como secretario de la sección penal en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, a lo largo de su trayectoria estuvo en varios estados como Sinaloa, Tabasco, Chiapas y otras partes del país.
“El trabajo que se presta aquí es un servicio al público, no es un servicio que estemos interesados en obtener privilegios, es un trabajo de sacrificio, de todos los días de la semana. Sacrificamos horas de acompañamiento con la familia, con los hijos, necesitamos siempre el respaldo de nuestros familiares, porque tenemos que dedicarle mucho tiempo al estudio de expedientes de todas las materias que vemos”, concluye.
La reforma al Poder Judicial podrá ser analizada y votada en la Cámara de Diputados, que iniciará su periodo de sesiones ordinarias el 1 de septiembre próximo; sin embargo, Salvador Castillo prefiere no pensar en los escenarios catastróficos que traería esta iniciativa a la justicia mexicana, por el contrario, tiene fe en que no sea aprobada.
MB