BOCA DEL RÍO, VER.- De un momento a otro el fuego alcanzó los muebles y comenzó a escalar por las paredes de la sala. En segundos había bloqueado la puerta de la casa y el humo negro empezó a inundar todas las habitaciones. Sofocados, el calor empujó a los 9 integrantes de la familia Morales Rivera por las escaleras a la segunda planta, desde donde saltaron a la azotea del vecino.
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No tienen clara la hora en que pasó todo, pero pasaban de las 10:00 de la noche del miércoles 27 de noviembre cuando el incendio acabó con todo el patrimonio del hogar ubicado en el domicilio de la calle Ramón Aguilar, en la colonia Casas TAMSA de Boca del Río.
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Ya pasaron varias horas, es la tarde del jueves 28 de noviembre, Alfredo Román Morales Rivera, uno de los integrantes de la familia, camina entre las cenizas que se convirtieron en lodo por los miles de litros de agua que los Bomberos Conurbados utilizaron para apagar el incendio.
El hombre no saca de la mente la imagen del fuego saliendo de las ventanas, mientras los cristales tronaban cuando se reventaban por el calor. De adentro se escuchaban un rugido de los muebles y electrodomésticos que se achicharraban poco a poco.
De una de las habitaciones del primer piso se escucharon por varios minutos los ladridos de 13 perros Chihuahua -mascotas de la familia- que quedaron atrapados y se fueron apagando poco a poco, solo sobrevivieron dos. La familia la pudo librar porque salió a tiempo, lo único que les quedó es la ropa que traen puesta.
Urge la ayuda
Desde que el incendio comenzó, vecinos de la calle Ramón Aguilar, que conocen a la familia Morales Rivera desde hace más de 30 años, trataron de ayudar con cubetas de agua, pero la intensidad del fuego no les permitió hacer nada hasta la llegada de Bomberos Conurbados, que pasaron más de dos horas para sofocar por completo las llamas.
La familia pudo pasar la noche con uno de sus hijos que vive en una calle cercana, vecinos les invitaron el desayuno y recibieron comida, algunas personas se acercaron en el transcurso del día para aportar ayuda para limpiar la casa o donar algunos artículos, pero sin nada, Alfredo Román pide apoyo de la ciudadanía.
En la casa viven un bebé de 1 año, dos niñas de 3 y 8 años, un adolescente de 15 años, una joven de 19 años, dos mujeres adultas y una pareja de adultos mayores, que necesitan ropa, artículos personales de limpieza. Además, perdieron todos los enceres domésticos, refrigerador, estufa, licuadora, lavadora, televión, sala, comedor, camas y colchones.
Alfredo, agradece que su familia pudo salvarse a pesar de que se perdió el patrimonio de 40 años. La familia completa atiende un puesto de antojitos que este jueves no fue abierto para trabajar en la limpieza de la casa, pero que les ayudará en los próximos días a cubrir sus gastos e ir recuperando lo que perdieron.
vtr