XALAPA, VER.- Una pastelería sucursal de la empresa local La Toga, ubicada en Xalapa, fue asaltada durante la noche del jueves 11 de mayo. Gracias a la cámara de seguridad instalada al interior del negocio, se pudo evidenciar el asalto; el video se ha difundido en redes sociales para alertar por el sujeto que lo cometió.
En la grabación de un minuto con 12 segundos primero se ve al asaltante entrar a la pastelería La Toga ubicada sobre la avenida Orizaba, número 105, en la colonia Obrero Campesina. El sujeto es joven y delgado; viste pantalones beige, playera de mangas largas color negra, botas cafés y gorra negra.
En punto de las 20:40 horas de la noche el joven entra al local y pregunta a la empleada sobre unos pasteles en el refrigerador del mostrador. El asaltante primero finge que va a comprar un pastel tipo “Milky”, e incluso, saca su cartera a la par de que le señala a la joven que lo atiende el pastel que “llevará”.
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En el local no se visualiza que haya otra persona además de ellos dos. Cabe de señalar que el negocio tiene un horario de cierre a las 20:00 horas, por lo que este era de los últimos “clientes” en atenderse antes del cierre de caja.
Cuando está a punto de “pagar”, el sujeto le dice a la empleada que tiene un arma. Con su mano hace el movimiento como si jalara un gatillo, tal como se ve en la grabación. Acto seguido la joven corre a resguardarse y el asaltante entra corriendo detrás de la barra.
No se sabe la cantidad exacta de dinero que sacó de la caja registradora, pero se le ve tomar billetes para meterlos después en los bolsillos de su pantalón. Se activa la alarma de seguridad y el asaltante sale corriendo para huir.
Aquí puedes ver el video completo
Giorgio Rg, es el perfil de Facebook que publicó la denuncia. El empresario trabaja con múltiples negocios locales, como La Toga, la cual es una pastelería iniciada en Coatepec que hoy cuenta con 13 sucursales en Coatepec, Xalapa, Xico, Teocelo, Veracruz, Boca del Río, Cardel y Zempoala.
Giorgio asegura que en Xalapa se han suscitado múltiples asaltos a pastelerías, pero dueños ya no denuncian por la cantidad de trámites y vueltas que les piden hacer. A la par de que se merman sus ganancias, la delincuencia también afecta a empleadas y empleados, pues narra, que ya no quieren trabajar en los establecimientos de ventas de pasteles.