XALAPA, VER.- El bullicio no para en el Pasaje Tanos, ubicado en el corazon de Xalapa, capital del estado de Veracruz. Entre la plática de personas formadas se escuchan los gritos de los Sembradores del Bienestar, piden conocer el número de ficha del último usuario que entró al banco o al cajero ubicado en la entrada del espacio comercial.
Las largas filas de beneficiarios se ven de lunes a viernes. Cuando es fecha del pago del programa Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, prevalecen los cabellos blancas, bancos, bastones y alguna que otra silla que arrastran para sobrellevar la larga espera.
Si es período de becas Benito Juárez, se escucha menos bullicio y se pueden ver filas de jóvenes acomodados en el piso, aislados con sus audífonos o revisando redes sociales para aguantar la espera y poder cobrar. Algunos van con su mamá, son los menos, y ellos permanecen de pie platicando, o moviendo sus manos sobre el celular, conversando por “whats”.
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El Pasaje Tanos, es una plaza comercial que alberga oficinas, restaurantes y pequeños locales comerciales. Desde hace décadas cuenta con una sucursal del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), que hoy es el Banco del Bienestar. En Xalapa hay dos bancos del Bienestar y un cajero.
Desde antes de las 8:00 de la mañana, sin siquiera levantar las cortinas para dar paso a la atención al público, se logran ver largas filas de beneficiarios de los programas del Bienestar, que deben acudir ahí para cobrar su pensión o beca, para no tener que pagar alguna comisión a las instituciones bancarias.
Hasta esa zona comercial llegó Aclotílde Zaragoza, originaria de la Ciudad de México, quien viajó este miércoles 15 de enero a la capital del estado en Veracruz para realizar unos trámites. Debido al calendario de pagos y por la letra de apellido tenía que pasar “de rápido” al banco del Bienestar en el centro de Xalapa, para cobrar su pensión.
La visitante a la capital se quejó que, a diferencia de Ciudad de México, en Xalapa tardó más de dos horas para poder cobrar su pensión, pues el cajero automático no está funcionado, sumado a que los Sembradores del Bienestar, que están en el lugar, no les facilitan información para saber si pueden o no cobrar.
Cuenta que mucha gente llega y se forma sin preguntar, y ya cuando pasan los Sembradores se terminan saliendo de la fila, sin importar si estuvieron ahí más de una hora, pues les dicen que ese día no les toca cobrar por la letra de su apellido, o que ya se les pasó el día de pago, “y los hacen volver a venir”.
Entre las pláticas con las personas que estaba formadas, le comentaron que mucha gente llega desde las seis de la mañana, pero el banco lo abren hasta las ocho por lo que deben esperar al menos dos horas, y luego, el tiempo que les lleva pasar al cajero.
“Dice el señor que es mejor venir despues de medio día, hay menos personas y pasas más rápido” cuenta mientras otra persona de la fila asienta con la cabeza para confirmar su dicho.
La beneficiaria del Programa del Bienestar, con 67 años, tiene al menos año y medio cobrando en los bancos del gobierno federal. Desde que le autorizaron su apoyo gubernamental le tocó cobrar con tarjeta en los cajeros de lo que antes fue el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi).
Su experiencia en Xalapa no fue tan grata, pues debió esperar parada por más de dos horas para lograr su pago bimestral. “Hoy es el día que más he tardado, hubo mucha gente. A nosotros nos tocó aquí luego luego, a la mitad de la calle, ya son dos horas”, dice mientras que señala hacia la avenida Enríquez.
Esta miércoles 15 de marzo, la fila para pasar al banco estaba a la mitad de la calle Enriquez. Sin embargo, en otros días los adultos mayores, discapacitados y alguno que otro joven, da la vuelta sobre Enriquez y Revolución, llegando a la otra entrada del tradicional Pasaje Tanos, “No soy de Xalapa, pero bendito Dios voy a cobrar”.
La adulta mayor, que estaba acompañada de su hija, comenta que tenía unas cuantas horas en Xalapa, pues llegó a Plaza Urban, para realizar algunos trámites, y desde ahí tomó un taxi hacia el Centro de Xalapa, “estamos aquí desde las 12".
La mujer, que de repente platica con otras personas formadas en la fila, cuenta que en la Ciudad de México tarda como máximo una hora, a pesar del tamaño de la ciudad y el número de adultos mayores. Además, allá sólo debe caminar unas cuadras para llegar al Banco, pues acaban de abrir una nueva sucursal por su colonia.
“Yo tenía que cobrar en México, pero no pude por la letra, y dije no, pues como vine hacer unos trámites a Xalapa, pues me vine para acá (al banco). Mira, ni ganas me dan de cobrar, mira la fila. Es normal tener que esperar. Allá donde yo iba, en Jamaica, llegábamos a las ocho, y los bancos empiezan a funcionar a las 9 o 9 y media”.
Dice que en México les repartían 10 fichas para ir entrando al edificio, y si no alcanzaban el “papelito” de control, la gente no debe entrar a la sucursal, sin importar, si ese día les corresponde de acuerdo al calendario de pago por la letra de su apellido. Aclotílde no confía en sacar el dinero del cajero, por lo que prefiere esperar a pasar en ventanilla del banco, aunque tenga que hacer filas, “dicen que se tragan las tarjetas, y no le vaya yo a puchar mal y para qué quieres”.
Además, reconoce, le han contado que algunas personas les han clonado la tarjeta y después ya no pueden recibir su dinero, por lo que insiste que mejor permanece parada “un rato”, sólo así se asegura de llevarse los cuatro mil 800 pesos que recibe cada bimestre.
La beneficiaria dice que Xalapa no le gustó mucho, porque fue mucho el “traqueteo” para poder cobrar y su cuerpo ya no da para tanto. La mujer pasó más de cuatro horas en el autobús de México a Xalapa, y luego le tocó estar parada para cobrar.
Durante la plática confirma que ella conoce un caso donde una persona cobra para ir a sacar la pensión de otro beneficiario, usa el cajero automático, para más rápido, y se lleva un porcentaje por ir al centro de Xalapa.
“No es que sea chismosa, una nuera que vive aquí (Xalapa) tiene a su mamá. La mamá se encontró a un galán, y el galán le dijo que un fulanito va a sacar (el dinero), y les cobró. Yo le dije eso no se hace, porque si estás cobrando para sacar el dinero es hasta contraproducente, porque tu nip queda grabado y las tarjetas de banco se clonan, y al rato, mira, ni vas a cobrar”.
Aclotílde hizo el trámite para cobrar la pensión durante la pandemia, dice que el proceso fue largo, pero hoy ya tiene su tarjeta del bienestar que vence el próximo mes de enero del 2024.
Datos del Gobierno federal confirman que hasta febrero de 2023, el Banco del Bienestar contaba con mil 414 sucursales operativas en las 32 entidades del país. En Veracruz hay 132 bancos en los 212 municipios.
mb