VERACRUZ, VER. - Alumnos de la universidad Cristóbal Colón lograron juntar más de 10 mil tapas de refresco en 48 horas, lo que se convirtió en un récord para la institución al ser la primera vez que realizan este tipo de acción. El objetivo de la colecta es ayudar con los tratamientos de niños con cáncer, dijo Luis Báez Salgado, estudiante de la licenciatura en Derecho y representante de los alumnos.
El alumno comentó que el módulo “El Corazón de la Esperanza” fue colocado en las instalaciones de la universidad el 24 de febrero, la meta en un inicio era llenarlo en un mes, pero para su sorpresa la cantidad de alumnos y personas que llegaron a depositar sus tapitas fueron tantas, que lograron llenarlo en 48 horas.
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“Hicimos historia, fueron alrededor de 10 mil tapitas. Este corazón es el inicio de varios corazones, porque se pretende instalar otro en el campus Calasanz y otro en el colegio Cristóbal Colón en el área de bachillerato y además de esto, en marzo estamos afinando detalles para hacer la primera gala de la esperanza, que es una gala con causa”, dijo el Luis Báez.
La recolección de tapitas se hizo en coordinación con la asociación de Meraki Asistencia Social para Niños y Adolescentes con Cáncer A.C., y todo lo recaudado servirá para apoyar a los niños con cáncer que reciben tratamiento en la Torre Pediátrica del puerto de Veracruz.
De acuerdo con Luis Báez, esta es la primera vez que se instala un módulo de recolección de tapitas en las instalaciones de la universidad, por lo que para ellos fue un logro llenarlo en tan poco tiempo, además de la satisfacción de ver a toda la comunidad estudiantil participar.
“El corazón representa la solidaridad, la simpatía , la fraternidad universal de las y los universitarios que se sumaron. Pensamos que los universitarios no se iban a sumar, pero cuando vimos que el corazón estaba lleno y que llegaron un grupo de scout dijimos con gusto que la misión ya estaba cumplida”.
La recolecta de tapitas de plástico es una acción que varios negocios, escuelas y personas realizan para ayudar a los niños con cáncer, ya que este material reciclable se vende a las empresas que muelen y reutilizan el plástico para hacer nuevos productos.
Esta acción beneficia a las familias que tienen a un niño con cáncer, pues en algunas ocasiones los hospitales no cuentan con los medicamentos que requieren o no llegan a tiempo, por lo que los padres se ven en la necesidad de comprarlos con su propio dinero, algunos de estos medicamentos llegan a costar hasta mil 500 pesos.
mb