VERACRUZ, VER.- Durante tres días, un hombre que fue identificado por sus amigos como Miguel, cavó un pozo en los terrenos aledaños a la zona portuaria de Veracruz presuntamente con la idea de desenterrar un tesoro, en el que murió sepultado la noche del viernes 27 de enero.
Según lo descrito por algunos vecinos del lugar, Miguel se adentró en los terrenos baldíos que dividen el recinto portuario y la colonia ampliación Villa Rica, en la zona norte de la ciudad de Veracruz con dos amigos, un hombre y una mujer. La pareja dijo a las autoridades que fueron invitados cuando les contó que había encontrado algo enterrado, probablemente oro, con ayuda de un detector de metales que había adquirido recientemente.
Este viernes fue la primera vez que acompañaron a Miguel al lugar, contaron a los vecinos y oficiales de la Fuerza Civil que llegaron al sitio. Aseguran que el pozo ya era profundo y ellos solo observaron como el hombre cavaba.
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Alrededor de las 18:00 horas la pareja salió de la zona para pedir auxilio, ya que mientras Miguel excavaba un alud de tierra en una de las paredes del pozo lo sepultó. Aunque intentaron ayudarlo fue imposible lograr sacarlo y decidieron correr por ayuda.
Vecinos pidieron auxilio al 911 y al lugar arribaron elementos de la dirección municipal de Protección Civil, junto con Bomberos Municipales de Veracruz, que comenzaron con los trabajos de rescate. El terreno sinuoso, al que solo se puede acceder caminando entre brechas rodeadas de maleza y matorrales, fue la primera complicación que se libró para comenzar con los trabajos de rescate.
Ya en el punto, el suelo de arena con arcilla, complicó las labores para poder alcanzar el cuerpo de Miguel. Durante más de dos horas, los Bomberos Municipales retiraron tierra, arena y lodo. Cuando pudieron desenterrar su rostro confirmaron que no tenía signos vitales, había fallecido.
En medio de la oscuridad alumbrada con linternas siguió el trabajo de los rescatistas. Alfonso García Cardona, director de Protección Civil Municipal, detalló se tuvo que ampliar el perímetro del pozo y escavar unos tres metros de profundidad, para liberar el cuerpo enterrado en la arena y depositarlo a un costado, en espera de que personal de Servicios Periciales realizara el levantamiento.
La pareja que acompañaba a Miguel afirmó que su amigo tenía residencia en la colonia Astilleros, ubicada a unos 10 minutos del lugar donde buscaba tesoros, la información fue corroborada por personal del ayuntamiento de Veracruz. Durante el tiempo que se realizó el trabajo de rescate, ningún familiar se acercó al sitio para reconocerlo o reclamar el cuerpo.
La zona fue acordonada por elementos de la Fuerza Civil, detrás, una multitud de vecinos que se mantenía atenta a los detalles. Luego del rescate, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) continuó con los trabajos para integrar la investigación que esclarecerá cómo ocurrieron los hechos.
mb