VERACRUZ, VER.- Joel estaba a 300 metros de su casa cuando lo apuñalaron en el pecho. Su instinto después de recibir la agresión durante el asalto fue correr a donde lo esperaba su papá, pero antes de lograrlo se desplomó sobre el camino de terracería que recorrió los últimos dos años para ir y venir del bachiller, en la colonia Reserva de Tarimoya 4, un asentamiento ubicado en la porción norte de la ciudad de Veracruz.
En el lugar donde quedó su cuerpo, fue colocada una cajita de madera que deja ver la flama tenue de una veladora. Al frente una cruz de cal que fue borrada por la pisada de los automóviles y zapatos de vecinos y amigos que pasan para acompañar a la familia en el funeral. Las gotas de sangre todavía están adheridas en la arena.
Sus compañeros del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (Cobaev) plantel 62, jóvenes de entre 15 y 16 años como él, recorrieron el mismo trayecto este miércoles 18 de enero para despedirse. Sonaron tambores y trompetas de la banda de guerra de la que era parte, hasta que la música fue silenciada frente al ataúd ubicado al fondo de su casa, donde descansa el cuerpo de Joel.
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“Ese día ya no pude hablar nada con él, lo último que me dijo es que ya se iba a la escuela. Yo lo estaba esperando aquí cuando me vinieron avisar lo que había pasado, corrí pero cuando yo llegué él ya no estaba vivo, lo mataron a plena luz”, cuenta Noé Carrera, padre del joven.
Noé comparte que su familia es originaria del municipio de Nogales, en la región de las Altas Montañas del estado de Veracruz. Hace 13 años migraron al puerto para buscar una mejor oportunidad de empleo, Joel tenía tres años. Su cuerpo será sepultado en El Encinar, en donde vive la mayoría de sus familiares. Estudiaba la carrera como Técnico en Emergencias en el Cobaev 62, a escasos 10 minutos de su casa y con regularidad regresaba puntual después de salir de clases.
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Su asesinato ocurrió el martes 17 de enero pasadas las 1:30 de la tarde, cuando un hombre hasta ahora desconocido, lo abordó y le exigió que le entregara el teléfono celular. Caminaba con dos compañeros de la escuela, pero solo él fue atacado por el asaltante, que le clavó en dos ocasiones una navaja en el pecho.
Los vecinos afirman que no vieron nada. Se dieron cuenta solo hasta que los compañeros de Joel pidieron ayuda, el menor falleció casi de inmediato, sin oportunidad para recibir primeros auxilios. Su padre, que se encontraba en su taller, llegó para identificarlo, también el director del Cobaev.
“Ayer me enseñaron una foto de un sujeto que apareció en unas cámaras, pero no sé sí realmente sea él y no lo conocemos, en este momento no nos queda más que confiar en el trabajo de la Fiscalía y el llamado principalmente es para que se refuerce la seguridad tanto de las calles como en los alrededores de las escuelas, que se les ponga más atención a los niños”, dijo Joel.
Era aplicado y tenia muchos amigos
“Es muy difícil verlo y que ya no se mueve”, dice un compañero de Joel. Por dos años y medio compartió clases con él y actualmente cursaban el quinto semestre en el Grupo 502, ambos tomaron el área de Técnico en Emergencias, en el último año del Cobaev.
Lo describe como una persona con muchos amigos, que no tenía problemas con nadie, pero que al momento de realizar tarea era quien movía a todos para entregar lo que había pedido el profesor en turno. El asesinato de su compañero consternó a todos los estudiantes de la escuela, que decidieron acudir a la casa de Joel para despedirlo.
El director del Cobaev 62, Julio Felipe Ortiz Martínez, asegura que lo identificaba fácilmente porque era un joven tranquilo; además de sus clases formaba parte de la Banda de Guerra de la escuela, tocaba la trompeta. Como todas las familias que viven en la colonia Reserva de Tarimoya 4, provenía de una vivienda con bajos recursos. Sus dos padres trabajan y los alumnos se gestionan su tiempo para cumplir con sus tareas, dice el profesor.
“Era una persona muy sencilla, una persona muy noble, una persona que no se metía con nadie, no tiene ningún reporte en la escuela, un joven que pertenecía a la banda de guerra y por eso sus compañeros vienen a despedirse de él”, comparte sobre Joel.
Cuando ocurrió el crimen, el director se encontraba todavía en su oficina, uno de sus alumnos ingresó para avisarle y se trasladó al lugar para reconocer a su alumno. Esta mañana de miércoles, recibió a padres de familia que externaron su preocupación por el caso.
Luego de visitar a la familia con sus alumnos para dar condolencias, presentó un oficio escrito a la Fiscalía General del Estado, para que el caso sea atendido y se pueda dar con el responsable del asesinato del joven. El director fue acompañado por profesores, padres de familia y alumnos que se manifestaron frente a las instalaciones de la FGE, en la avenida Rafael Cuervo, para exigir justicia por el crimen.
“Pedimos justicia para Joel Carrera, para que no sea un carpetazo más, que no sea otro caso más, y además porque si no se hace caso, si no se pide justicia va haber muchos hechos similares, como los ha venido habiendo, lamentablemente la violencia en nuestro país nos ha rebasado”, exigió el director de la escuela.
vtr