Una diabetes mal atendida y el desconocimiento de la enfermedad hizo que Sergio Prado Jiménez perdiera la vista, pero eso no fue impedimento para que dejara de bailar, ahora enseña danza a personas que padecen discapacidad visual en el puerto de Veracruz.
Cuando Sergio perdió la vista sintió que sus 24 años de carrera frente al “Grupo Folklòrico Macuilxóchitl” se acababan, pero su pasión por la danza lo ayudó a superar todos los retos que su ceguera le impuso.
“Me dio la retinopatía diabética, se desprendió la retina… se siente muy feo, te sientes en la depresión, que se te acaba el mundo, no era fácil para mí entenderlo y poder salir de esa situación de ese duelo”, cuenta.
Según la Secretaría de Salud, la retinopatía diabética es una de las principales causas de ceguera en México, este padecimiento crónico y progresivo tiene una prevalencia de 31.5 por ciento en el país.
Sergio es maestro de Educación Física y artística, egresado de la Universidad Veracruzana y la Escuela Nacional de Danza de México, tras perder la vista decidió capacitarse en la escuela del Centro de Educación Especial de Trastornos Visuales (Ceetvac) del puerto de Veracruz y en la Fundación Roma de la ciudad de Córdoba.
“Lo que pensé es que ya se había acabado, dije: hasta aquí llegue, pero no, simple y sencillamente hubo nuevos caminos para retomar, nueva forma de compartir mis conocimientos y ahora hago que los ciegos bailen”, dice.
Actualmente enseña a personas invidentes a bailar, también da clases de computación aplicada para ciegos, al igual que está tomando cursos de bordado y canto.
Se guía por el sonido
El sonido del zapateo de sus alumnos le indica a Sergio si sus alumnos están haciendo bien o no el paso que les enseña, el sentido del tacto le ayuda a saber si van coordinados al ritmo de la música.
Con ayuda de su bastón se guía a través del escenario a la par que sus alumnos le siguen el paso, Sergio enseña danza a 12 personas con discapacidad visual, también tiene alumnos con vista norma o normovisuales, dice.
Para que Sergio volviera a dar clases de danza primero tuvo que enfrentarse a los nuevos retos que su discapacidad le impuso, uno de ellos era no poder ver los movimientos de sus alumnos, por lo que desarrolló nuevas habilidades.
“He aprendido nuevas técnicas de enseñanza, yo me guío a través de tocarles el hombro, si están haciendo bien o mal el paso. Ya lo que son los gestos y la expresión corporal me cuesta un poco más de trabajo de detectar cómo lo están haciendo, pero lo expreso de una manera que me lo entiendan”, dice.
Sus alumnos al igual que él enfrentan sus miedos arriba del escenario y en las clases, pues, aunque en cada presentación bailan apoyados de personas normovisuales muchos siguen con el temor de poder caerse arriba del escenario.
“Ver cómo faldear o cómo llevar el paso, la expresión corporal para ellos es reto y es hacer memoria para que en tal momento hagan está figura, este movimiento y lo hacen, lógico a veces se atrasan o lo recuerdan un poco después, pero para ellos son logros”, explica.
Sergio asegura que la danza es uno de los ejercicios más complejos y que es de mucha ayuda para las personas invidentes, pues favorece la orientación y la comunicación con los demás al expresarse físicamente.
Única escuela para ciego en la ciudad de Veracruz
El Ceetvac es la única escuela para personas ciegas y débiles visuales que hay en el puerto de Veracruz.
Además de ofrecer actividades para enseñar a los alumnos a desenvolverse en la sociedad y ser autosuficientes, también brinda talleres de arte, danza, canto, enseñanza en braille, bordado entre otros cursos.
La escuela está ubicada en el fraccionamiento Floresta, en la calle de Almendro esquina Paseo de los Juncos, durante 34 años ha capacitado a este sector de la población.
Cuenta con una matrícula de entre 25 y 30 alumnos, en sus instalaciones reciben a niños de cuatro años hasta adultos mayores, el único requisito que se les pide es que la condición de ceguera sea permanente.
En el estado de Veracruz existen 210 mil 674 personas con diversos grados de discapacidad visual, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Mexicano de Estadística y Geografía (Inegi).
Mientras que el puerto de Veracruz existe 14 mil 771 personas que sufren de alguna discapacidad visual, no obstante, Sergio asegura que existen muy pocos lugares para ayudarlos a ser autosuficientes.
vtr