Mara lleva una noche sin dormir, su cara pálida y las ojeras que se le remarcan en el rostro son seña de la desesperación que la mantiene en vela desde el 30 de noviembre, fecha en la que su hermana menor, Rosa Isela Castro Vázquez quien se encuentra embarazada de ocho meses, desapareció en el puerto de Veracruz.
La última vez que sus vecinas la vieron fue alrededor de las 9:00 de la mañana del miércoles 30 de noviembre, salió rumbo a la farmacia Yza ubicada en la colonia Las Bajadas, sobe la carretera Xalapa-Veracruz, a menos de dos kilómetros de su casa. De acuerdo con lo que sus familiares descubrieron, la joven de 20 años se puso de acuerdo con una mujer para verse en ese punto, pues le iba a donar ropa de uso para la bebé que esperaba, pero nunca regresó.
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“La última vez que la vi fue antier (29 de noviembre) yo siempre le hablo, he estado en contacto con ella por lo de su bebé, ella es primeriza, por eso siempre estaba al pendiente por cualquier dolor o molestia que sintiera. Ayer yo le marqué como a las 7:30 de la noche y me dice mi cuñado que no sabían nada de ella”, cuenta Mara.
Alrededor de 6:30 de la noche el esposo de Rosa llegó de trabajar, ahí se dio cuenta de que no se encontraba en su casa, pensó que estaba con su mamá o que había salido a alguna diligencia, después de que Mara le preguntara por el paradero de su hermana, comenzó la sospecha de que algo no estaba bien.
De inmediato fueron a ver a María, mamá de Rosa Isela, pero la respuesta fue la misma, ella no se encontraba ahí, la desesperación comenzó a invadir a la familia, Mara y su esposo tomaron su moto y se dirigieron a buscarla en los hospitales y Cruz Roja, con la esperanza de que estuviera ahí, pero no la encontraron.
“Fuimos a buscarla a los hospitales, pues pensamos que ahí podía estar como tiene ocho meses de embarazo, quizás tuvo alguna complicación, algún dolor que la llevó a parar ahí, fuimos al hospital Tarimoya, a la Cruza Roja, al Regional y no la encontramos e incluso yo estoy embarazada y en el Regional me puse mal, me querían internar, pero no quise, no quería perder tiempo en buscarla”.
Fue contactada por mensaje para un donativo de ropa
Rosa Isela vive en la colonia irregular Ampliación Las Bajadas, una zona popular ubicada al poniente de la ciudad. Un camino de tierra, maleza, lodo y charcos de agua, que provocó la lluvia que llegó esta mañana del 1 de diciembre al puerto de Veracruz, conducen a la casa donde vive.
Afuera se reunieron todos los familiares que emprendieron su búsqueda, entre ese grupo de cinco personas esta su madre, quien clama por volver a ver a su hija, la última vez que la vio fue el domingo, le comentó que quería acompañarla a un rezo que le organizarían a la Virgen De Juquila.
“Estamos desesperados, ya no sabemos qué hacer, el domingo platicamos de su embarazo, ese fue el último día que la vi, como no tengo teléfono, pues no podía comunicarme con ella muy seguido”, dice María.
Rosa Isela es ama de casa, los lunes a compaña a su hermana a vender ropa de uso en el parque Zamora, en la zona centro de la ciudad, lo hace para tener un ingreso extra, pues sabe que mantener a un bebé no es fácil. La familia es de bajos recursos, su esposo trabaja en la albañilería, por eso vende ropa, en los días con más venta ambas ganaban en 500 y 300 pesos.
Mara asegura que su hermana nunca le comentó sobre su plan de encontrarse con alguien para un donativo de ropa, de esto se enteraron después de que revisaron el celular de la joven, aquel día lo traía su esposo, pues solo contaban con un teléfono.
“Mi cuñado me mandó unas capturas donde ella estaba en contacto con una mujer que le iba a regalar ropa de bebé y esa mujer fue insistiendo en que la quería ver, le preguntó las semanas de embarazo y de ahí le dijo que la vería un día, pero después la señora le canceló por problemas familiares y de ahí al otro día, entonces mi hermana le dijo que sí, pero otra vez le canceló y después el lunes le dijo de verla el miércoles en la farmacia”, explica.
Fue contactada a través de Facebook, la necesidad de tener ropa para su bebé no la hizo dudar de que algo malo pasaría, agrega Mara.
“Dice una señora que trabaja ahí que la vio llegar, nos mencionó que estaba trapeando cuando mi hermana llegó al estacionamiento, dice que estuvo un rato ahí parada y nada más en un rato de que se metió al local a hacer sus cosas y volvió a salir, ya no estaba”, agrega Mara.
Los familiares interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz por la desaparición, también llamaron a la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz (CEBV) en redes sociales emprendieron una búsqueda y piden a las personas que si tiene alguna información sobre ella se comuniquen a los números 2292479644 y 2292282096.
Espera a una niña
Rosa Isela es de complexión delgada, mide 1.64 de estatura, tiene cabello castaño obscuro y sus rizos le llegan hasta los hombros, de nariz chata, labios delgados y una cicatriz en el dedo pulgar del pie derecho, es la menor de sus hermanos. De carácter serio, pero cuando está con su familia se convierte en una persona divertida, describe Mara.
“Va a ser nuestra niña, le decíamos. Ella se encontraba emocionada, pues es su primer hijo, cuando se podía le compraba ropa, le iba a poner Lía, porque es el nombre que le gustó. Yo le había pasado varios nombres que busqué y ese le gustó”, concluye Mara.
mb