Médicos, enfermeras y personal administrativo del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (HAEV) fueron presuntamente estafados por parte de Pedro N., titular de la empresa Redondo & Asociados, que ofrecía servicios para liberar adeudos financieros.
Esta denuncia la realizó una trabajadora de la Jurisdicción Sanitaria VIII ubicada en la calle Alacio Pérez, en el puerto de Veracruz, quién dijo que al menos 20 personas sufrieron esta estafa.
De acuerdo con las declaraciones de la víctima, la estafa inició en junio del 2021, cuenta que durante esa fecha fue contactada por un presunto trabajador de la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Conducef) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien ayudaba a personal de la Secretaría de Salud de Veracruz a liberar sus talones de pago. El sujeto ofrecía negociar la deuda total para una liquidación a un menor monto.
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La trabajadora declaró que como no contaba con los recursos para cubrir el monto, Pedro N, le ofreció solicitar otros préstamos a casas financieras y así liquidar el préstamo inicial.
“Él me aseguró que me iban a instalar los préstamos nuevos en poco tiempo, en lo que se realizaba la liquidación total. Para esto me garantizó que todo se realizaría de forma transparente y que al término del contrato tendría mi talón de pago limpio de deudas, así como también contaría con carta finiquito para evitar algún problema posterior", declaró la víctima.
Aseguró, que solo firmó dos préstamos; uno en junio y otro en octubre, el último fue en el ISSSTE, ahí se dio cuenta de que Pedro N., no seguía el protocolo que la dependencia realizaba para estos trámites, lo que la hizo sospechar.
También, indica que se trasladó hasta Xalapa, donde acudieron a Prestaciones Sociales e indicó a qué ventanilla ir, donde la estaban esperando para acceder al préstamo con el que liquidaría todo.
Después de cobrar el préstamo, depositó el dinero a su cuenta, que estaba estipulada en un contrato que habían firmado donde Pedro se comprometía a liquidar el monto anterior en un plazo de 30 a 90 días.
Todas las personas estafadas estaban dentro de un grupo de WhatsApp, donde los mantenían informados de sus procedimientos.
Para noviembre del 2021 les mencionó que por la pandemia de la covid-19 el proceso se había atrasado, pero para enero del 2022 ya tendrían liberados los talones de pago de estos préstamos y les daría la devolución de lo ya liquidado.
Al llegar abril, Pedro N., dejó de contestar los mensajes, más tarde envió fotos donde presuntamente fue golpeado y secuestrado para pedirle el dinero que ya le habían depositado los trabajadores; además, señaló que sospechaba de las personas que estaban dentro del grupo.
Luego de esta situación, la víctima acudió a la Fiscalía Regional para denunciar el fraude; no obstante, los trabajadores le comentaron que no podrían proceder legalmente, pues no contaban con una dirección para ubicar al presunto defraudador.
Tras este fraude, los trabajadores quedaron endeudados y prácticamente sin sueldo, por los descuentos en su trabajo.
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