La entrada de Plaza Mocambo se encuentra tapizada por letreros de “Se Renta” y cortinas de negocios cerradas.
El interior de lo que alguna vez fue el primer centro comercial de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río está casi vacío y los pocos locales que se resisten a cerrar atienden con menos de la mitad de la venta que un día tuvieron.
A pesar de que los negocios regresaron hace seis meses a sus actividades bajo la nueva normalidad, la crisis económica que ocasionó la pandemia de covid hizo que fuera imposible la reapertura de todos.
Los pocos que se mantienen en pie se tuvieron que acostumbrar a operar bajo la nueva normalidad, esto conllevo a la adquisición de equipo sanitizante y también a que los empleados se adaptaran a la poca afluencia de gente que llegaba en la zona.
Francisco Alarcón González trabaja como mesero desde hace 14 años dentro de la plaza en el restaurante California, uno de los establecimientos más antiguos del lugar.
“Fue un cambio muy drástico. La plaza se mantuvo cerrada alrededor de 100 días y eso afectó a todos, no nada más a nosotros como restauran, sino a todos los comercios”, dijo.
Durante todo el tiempo que estuvo sin trabajar fue apoyado por sus jefes con su sueldo base, pero admite que no fue suficiente, debido a que su ingreso mayor lo obtienen de las propinas que los clientes le dan.
Francisco tuvo que buscar otras alternativas para sostener a su familia, como trabajar en el campo, él es Técnico Agrícola y durante todo el tiempo que estuvo en confinamiento creó diversos proyectos que le permitieron subsistir, los que más tarde tuvo que dejar luego de que se reincorporara a su trabajo habitual.
Pero el regreso no fue lo que esperaba, las ventas decayeron 70 por ciento, tratar de convencer a los clientes de que en su lugar de trabajo cumplen con las medidas de sanidad y que no corrían riesgo fue complicado.
“Ahorita ya no hay ese pánico, ese miedo, eso ya se venció. Ahorita ya todo el mundo sale con la conciencia de que tenemos que cuidarnos, que es importante cuidarse ellos y cuidarnos a nosotros mismos”, comentó.
Por el momento las ventas se mantienen estables, comenta que hay días buenos y otros en los que no registran ningún servicio.
Pese a eso la empresa sigue brindando servicio con nueve personas, ya que los dueños no recortaron personal.
Cierre de escuelas afectó a Comedores de Mocambo
Del otro lado de la plaza el panorama luce aún más desolador, en las mesas y sillas de los Comedores de Mocambo se percibe la ausencia de los estudiantes de la Universidad Veracruzana, quienes todos los días llenaban los lugares que ahora se encuentran vacíos y en espera de las clases presenciales.
“Nuestro fuerte eran los estudiantes y ahorita no hay nada y automáticamente la economía de aquí, del centro comercial está muy mal”, cuenta Tere Pedrosa locataria de los comedores de Mocambo.
Debido a esta situación Tere redujo su plantilla laboral a la mitad, hace más de 10 meses que no percibe ninguna ganancia de lo que vende, solo sale para pagar las cuentas de luz, sueldo y mercancía para volver a realizar las comidas.
“Whata Pizza”, lleva más de 23 años dentro de la plaza, durante todo ese tiempo sus empleados no habían suspendido actividades, hasta que llegó la pandemia.
Tere aprovecho ese tiempo para acondicionar el lugar conforme a las normas de sanidad que exigían las autoridades, una barrera protectora de cristal cubre a sus empleados para que eviten el contacto con los clientes, esa remodelación le costó 35 mil pesos que sacó de su bolsillo, con tal de regresar a trabajar.
Ahora afirma que lo único que les queda es esperar a que a situación mejore y resistir hasta que la economía mejore.
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