Hever Gutiérrez Carrasco, recuerda la época cuando las calles del puerto de Veracruz se llenaban de niños cantando y tocando las puertas de las casas cargando la tradicional Rama.
Adornar la rama y salir con sus hermanos para recorrer los pasillos de su vecindario, era una tradición que se disfrutaba en familia.
Su familia llegó al puerto de Veracruz cuando apenas tenía cinco meses de nacido, desde el Istmo de Tehuantepec del poblado La Venta Oaxaca, todos con un antecedente musical que enriqueció más la tradición.
El primer contacto que tuvo con esta costumbre fue cuando niño. Proveniente de una familia de músicos, sus padres le ayudaban a adornar la Rama, con globos, sonajas y alguna que otra esfera de color.
“Fabricábamos nuestras sonajas, con el alambre y las corcholatas y era padre llevar todo, ibas bien contento, con eso nos acompañábamos. Otra era aprenderte los versos, uno de mis hermanos grandes todavía salía con nosotros, a él le aprendí varios versos”, contó .
La última vez que salió a cantar junto con sus hermanos fue a la edad de 11, pues llegó la adolescencia y los años cambiaron, por lo que poco a poco dejaron de salir.
Hasta que de nueva cuenta volvió a retomar la tradición, está vez en la universidad. Hever estudió la licenciatura en Música, lo que le permitió volver a salir a las calles con la Rama.
“Fuimos a la Rama y también participamos en el viejo. En ese entonces solo íbamos a las casas de personas ya conocidas, teníamos nuestra lista y había un vehículo, pero ahí si ya sonaba profesional, porque teníamos más experiencia”, dijo.
Buscan rescatar la tradición
Debido al paso del tiempo y a los cambios en generaciones, Hever admitió que la tradición de la Rama poco a poco está perdiendo presencia entre la población veracruzana.
Hace un año debido a la emergencia sanitaria, suspendieron muchas actividades masivas, incluida la tradicional Rama.
Además, los factores de inseguridad causan que algunos padres ya no dejen salir a sus hijos como antes se hacía, aseguró.
“Ya ves muy poquitas Ramas; dos, la gente ya no la recibe bien, ya no ve bien esas tradiciones, mis hijos ni siquiera participaron en eso. Donde he visto que sí, son en algunas instituciones como la Universidad Veracruzana todavía está tratando de rescatar esas tradiciones”.
Actualmente, a sus 53 años, forma parte del grupo Nematatlín de la Universidad Veracruzana (UV), donde cada año fomentan con vídeos y actividades musicales la preservación de las tradiciones del estado, entre ellas la Rama.
Al igual que otras instituciones, realizan entre sus estudiantes concursos donde compiten diferentes grupos escolares, alentando a las nuevas generaciones a seguir con la tradición.
Tradición que llena de orgullo a Veracruz
La rama es una tradición que nació desde la época prehispánica, luego de la colonización de los españoles y que después se esparció por toda la costa atlántica y el Caribe de México, en especial en el centro-sur de Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Es en el estado de Veracruz donde tiene mayor prevalencia, en la región del sotavento en los municipios de Tlacotalpan y Alvarado es donde mantiene sus características intactas, aseguró el historiador Ricardo Cañas Montalvo, Director del Museo de la Ciudad de Veracruz.
Aseguró que se incluyen el uso de versos y rimas jarochas acompañado del zapateado de las fiestas de fandango.
La festividad de la Rama comprende los días del 16 al 24 de diciembre con el inicio de las posadas, aunque en distintos municipios o estados tienen una forma diferente de adornar la Rama, en Veracruz se le colocan globos, esferas o cualquier adorno alusivo a la navidad.
Grupos de niños o familias salen a las calles de sus vecindarios cantando las rimas y versos que son acompañados por jaranas, arpas, requintos e incluso, instrumentos improvisados como cubetas, botes con piedras como sonajas o vainas de árboles, pidiendo el aguinaldo.
La Rama es una tradición que llena de orgullo a los veracruzanos y dado su significado histórico es importante preservarla entre las nuevas generaciones, finalizó Hever.