La pesca furtiva propiciada por la falta de vigilancia está acabando con los bancos de ostión y camarón en Sistema Lagunar de Mandinga, afirmaron pescadores de Medellín de Bravo.
El apoderado legal de la Cooperativa Fraternidad de Mandinga, Armando Rodríguez Delgado, afirmó que existe evidencia del saqueo en las zonas donde pescadores organizados realizan la siembra de ostión.
En algunas ocasiones han detectado a los saqueadores, sin embargo, estos muestran la portación de armas y es suficiente para que logren escapar con los productos.
Rodríguez Delgado aseveró que incluso existe complicidad de algunas autoridades, ya que han solicitado apoyo para evitar que el producto sea documentado y nunca reciben respuesta.
“Facturan el producto robado a través de la Cooperativa La Fortunata, y creemos actúan en complicidad con las autoridades pues sería imposible sacar el producto por las carreteras sin el aval de la policía”, denunció el representante de pescadores.
En 2018 la Cooperativa Fraternidad Mandinga logró una producción de 30 toneladas de ostión, mientras que en estos ocho meses del 2019 la suma no alcanza ni la media tonelada.
““Nosotros sembramos ostión y por las noches pescadores furtivos roban el producto (…), tenemos 300 familias afectadas por esa situación en Mandinga, todos dedicados a la pesca”, recalcó.
Ante esa situación, cooperativistas de “Fraternidad de Mandinga” se sumaron al proyecto de reforestación de las islas del sistema lagunar que se extiende entre los municipios de Alvarado y Medellín.
Dicho programa es financiado por la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver) y otros organismos civiles, para repoblar las zonas devastadas por los pescadores furtivos y que se garantice la vigilancia.
“Es quizá nuestra última oportunidad para recuperar las islas y la laguna de Medellín, pero sobre todo para fortalecer la siembra de ostión y camarón, sin la zozobra que genera la actividad delincuencial de los pescadores furtivos”, declaró Amado Rodríguez.