XALAPA, VER.- Ante recientes inconformidades de catedráticos de la Universidad Veracruzana (UV), quienes expusieron que desde las áreas académicas de la institución se manipulan perfiles para las y los aspirantes a obtener plazas vacantes, Juan Ortiz Escamilla, secretario académico, aseguró que eso es falso pues dichos parámetros forman parte de los planes de estudio de todas las entidades académicas y estos, a su vez, están registrados ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).
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“Las experiencias educativas (o materias) forman parte de la currícula de los programas de estudio y estos están registrados ante la Secretaría de Educación Pública (SEP), por lo tanto nadie puede manipularlos, ni modificarlos. Es una de las cosas por las que señalan que uno está interviniendo y eso es falso. No se puede. Nadie pude modificarlos, ni un consejo técnico, ni una junta académica, ni un director de área, porque ya está establecido”, dijo Ortiz Escamilla este 6 de septiembre en una entrevista desde rectoría, en Xalapa.
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El pasado 30 de agosto, catedráticos de las facultades de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, con sede en Boca del Río, y de Biología, en Xalapa, expusieron su preocupación al asegurar que desde las áreas académicas de la UV se manipulan los perfiles de aspirantes a ocupar plazas vacantes, pasando por alta la normativa universitaria, pues la elaboración de los perfiles es una función exclusiva de los consejos técnicos de las facultades, conformados por profesores.
Una de las profesoras inconformes fue Rocío Ojeda Callado, exdirectora de la Facultad de Comunicación y expresidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas (Ceapp). La docente aseguró que con estas intervenciones de las áreas académicas se busca bloquear a profesores vigentes de la UV que aspiran a concursar por experiencias educativas o plazas de tiempo completo y, en cambio, se favorece a profesores externos. Por ello solicitó la intervención del rector, Martín Aguilar.
Al respecto, Juan Ortiz Escamilla reconoció que, efectivamente, son los consejos técnicos quienes deben elaborar los perfiles para aspirantes a plazas vacantes y que no se busca suplantar esas decisiones desde las áreas académicas. No obstante, apuntó que sí es responsabilidad de la Secretaría Académica y de las áreas supervisar el proceso de asignación de plazas para evitar violaciones en el procedimiento de la convocatoria.
“En ningún momento intentamos suplantar las decisiones de los consejos técnicos, nuestro papel es simplemente verificar y ver que las cosas se estén llevando como marca la norma; no hay que olvidar que se trata de plazas financiadas con recursos públicos y por lo tanto es auditada. Lo que nosotros hacemos es cuidar muy bien el procedimiento”, agregó el secretario académico.
De acuerdo con el doctor José Luis Sánchez Leyva, director general del área académica de Económico Administrativa, que también participó en esta entrevista, durante la administración del rector Martín Aguilar se han convocado 324 plazas de las cuales se han otorgado 142 en el último año. De ese total, dijo, 135 plazas fueron ganadas por profesores adscritos a la UV, lo que representa el 96 por ciento, y solo ocho para académicos externos a esta casa de estudios.
“Esto evidencia la calidad de nuestros profesores, en el sentido de que se están preparando para obtener una plaza con docencia, investigaciones, gestión académica. Todos estos criterios sumados llegan a un puntaje”, expuso Sánchez Leyva.
¿Qué vigilan las áreas académicas en los procesos de asignación de plazas?
Juan Ortiz Escamilla, secretario académico, explicó cuál es el proceso cuando se convoca a plazas vacantes en la UV. Primero, explicó, las y los aspirantes tienen que participar en un proceso de convocatoria, que es difundido en la página oficial de la UV porque las convocatorias son públicas.
“Todo el proceso comienza en las entidades, bien sea a partir de juntas académicas o consejos técnicos que definen la plaza que se va a convocar de acuerdo a sus necesidades. Este perfil se pasa a las direcciones generales de área, donde se revisa que el procedimiento haya sido el adecuado y demás. Una vez validado por las áreas y secretaría académica se convoca la plaza. Todo está apegado a la normatividad”.
-¿Qué revisan las áreas académicas en el proceso de convocatoria?
“Lo que verificamos es que las personas que van a participar cumplan con los requisitos que marca el propio consejo técnico pero al mismo tiempo que el perfil se apague a la plaza convocada y demás”.
-¿Qué cuidan que no pase?
“La secretaría académica, a través de las direcciones generales de áreas académicas, de acuerdo a la normatividad universitaria aplicable, revisamos que la documentación, que el perfil académico convocado sea cubierto por quienes se convierten en aspirantes para concursar una plaza y que el proceso continúe sin anomalías. En ese sentido hemos sido siempre respetuosos de lo que el consejo técnico decide como perfil y quien hace el trabajo de revisión de los expedientes es un jurado, que son académicos designados por el propio consejo técnico. En algunos casos se recurre a algunas otras entidades académicas hermanas para conformar este jurado que es básicamente quien revisa toda la documentación y quién observa en un examen de demostración práctica de conocimientos a los aspirantes. Ellos dictaminan un puntaje y de acuerdo al estatuto del personal académico, a la propia ley orgánica, una vez que la documentación ha sido recibida por parte de las direcciones generales somos nosotros quienes vigilamos que no hayan habido violación al procedimiento. En caso de que haya una violación al procedimiento, lo hacemos del conocimiento para que se atienda. Por ejemplo puede ser que el jurado al momento de hacer la suma de puntos haya un error y nosotros les pedimos el favor de corregir. Una vez que ha sido subsanado este tema pues ya se regresa y se continúa con la publicación del resultado correspondiente”, respondió José Luis Sánchez Leyva, director general del área Económico Administrativa.
-¿Es común que detecten anomalías?
“En las experiencias de plazas convocadas, la de noviembre 2023 y mayo 2024, fueron mínimas (las anomalías). Las personas que se integran como jurado hacen un gran trabajo. En noviembre solo tenemos 3 procesos donde se declararon violaciones al procedimiento, se atendieron, se fueron a inconformidad y se ratificó la decisión del jurado. Es decir, de 142 plazas que tenemos convocadas de noviembre y de mayo básicamente se detectaron 13 anomalías, que sería el 9 por ciento de las plazas convocadas”, dijo Sánchez Leyva.
-¿Este proceso de vigilancia se ha hecho siempre?
“Yo lo que ahondaría es que las funciones de las direcciones generales no están establecidas a mutuo propio, sino en la legislación y que siempre se ha hecho y se debe seguir haciendo porque es lo que le da la garantía a que el proceso tenga los estándares de calidad. Tenemos dos grandes vías de atención a inconformidades: uno tiene que ver por el procedimiento y otro con el resultado. El procedimiento está relacionado con lo que está establecido en la convocatoria, quien lo atiende es la Comisión de Honor y Justicia, un órgano que se deriva del consejo universitario general. Pero hay situaciones que pueden ser específicas de la evaluación técnica, donde los participantes sienten que no fueron evaluados adecuadamente por el jurado, ahí se va a un proceso con los académicos de la entidad convocante. Se sientan todos en una junta académica y se presenta la inconformidad con evidencias: documentos y videograbaciones de los exámenes. Y ahí pueden definir si se mantiene la decisión del jurado o la pueden cambiar”, dijo Juan Ortiz Escamilla.
El secretario académico de la UV reiteró que los perfiles publicados en las convocatorias de plazas vacantes se rigen por los planes de estudios de cada facultad por lo tanto nadie puede manipularlos: ni las áreas académicas ni los propios consejos técnicos.
vtr