COATZACOALCOS, VER.– Con 65 años, Mario Zepeda Díaz de la Vega, ha dedicado 43 a informar, como periodista de Coatzacoalcos en el sur de Veracruz, profesión que ha combinado con el rol de padre, y que le permitió sacar adelante a sus cuatro hijos, que hasta el día de hoy admiran su trabajo y le demuestran su orgullo.
Mario Zepeda, como es conocido en el sur de Veracruz, se define como un amante de la fotografía y de la redacción, pero también del cuidado de sus hijos, aunque reconoce que, en ocasiones, se ha perdido de momentos especiales en su familia, por su profesión.
“Durante mi etapa como padre y periodista, he vivido de todo, y lo he disfrutado, aunque debo reconocer que en mis inicios si descuide a mis hijos de tiempo y quizá de amor, aunque al periodismo le debo mis logros profesionales y el que pude sacar adelante a mi familia”, asegura.
En sus cuatro décadas ha logrado títulos a nivel nacional y estatal dentro del periodismo, algo que hasta la fecha y a pesar de que ya no vive con la mayoría de sus hijos, le siguen reconociendo y aplaudiendo.
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Asegura que siempre se ha tratado de conducir con ética en este trabajo, -“ya que es un valor que puedo heredar a mis hijos, enseñarles que los valores son más importantes que el dinero y otras cosas”-.
No se describe como un padre muy amoroso, pero sí con mucho cariño y respeto hacia sus hijos, con un sentido de responsabilidad, enseñándoles siempre principios como personas. La mayor parte de su carrera profesional, ha laborado para el periódico Diario del Istmo, del corporativo Imagen del Golfo, en el sur de Veracruz, aunque este medio le ha permitido dar cobertura a importantes eventos que han marcado la historia del país:
- El levantamiento del Ejercito Zapatista de la Liberación Nacional (EZLN) en 1994-
- La visita del papa Juan Pablo Segundo a México.
- Sismos en Veracruz y estados como Oaxaca.
Perder a un hijo por el trabajo, un momento que marcó su vida
El ser padre y periodista, le han enseñado a Mario, valorar lo más importante en esta vida: el amor a sus seres queridos, aunque no siempre fue así. Ya que entrevista con La Silla Rota, cuenta que, en sus inicios como periodista, el deseo del éxito y obtener las primeras planas, lo llevaron a perder el que sería su segundo hijo, en la década de los ochenta.
“Tenía una asignación fuera de la ciudad, y mi esposa estaba embarazada a punto de dar a luz, desgraciadamente cuando me avisan, no pude llegar a tiempo para llevar a mi esposa al hospital y como tenía un embarazo complicado, eso provoco que se perdiera el producto; sería mi segundo hijo”, relata con un poco de nostalgia.
Asegura que después de aquel momento, buscó acercarse a sus hijos y siempre trató de estar presente en sus vidas, aunque no siempre es posible, busca aprovechar tiempo de calidad. Hoy, cuando se sientan en los sillones de la sala de hogar, el tema del periodismo y las nuevas noticias, es obligatorio en el hogar de Mario, donde sus hijos le siguen admirando, por obtener el Premio Nacional del Periodismo y decenas de distinciones estatales.
”Como padres y periodistas seguimos aprendiendo”
Asegura que ser periodista y padre, son dos cosas muy diferentes, pero se han convertido en su forma de vida, donde no deja de aprender y sigue cultivando los buenos valores.
“En el caso de mis hijos siempre les ha gustado mi trabajo, hay admiración sobre todo por los premios que he obtenido, obviamente se sienten orgullosos, me lo han dicho, porque tienen un papá con muchos resultados positivos”, señala.
De sus cuatro hijos, el más pequeño, de 18 años, es el primero que decidió aprender del periodismo; hoy en día, le apoya tomando fotografías y videos, dado que las nuevas tecnológicas y avances en redes sociales, lo obligan a realizar varias funciones del periodismo.
“Mis primeros tres hijos no se sintieron llamados por el periodismo, pero el más pequeño ya hace fotografías, videos y me ayuda en las transmisiones, eso es algo muy satisfactorio para mí, ya que es el primero que se interesa de lleno y quiere aprender de esto. Lo hace cuando no tiene clases o días libres y me acompaña”, asegura.
Aun cuando sus hijos le dicen que descanse y no salga corriendo por la noticia, les responde: -“descansaré cuando ya no pueda caminar y menos dejar la fotografía, porque tú sabes que es mi pasión”.
Mario asegura que trata de ser mejor persona cada día, porque es el ejemplo que dejara a sus hijos.
“Nunca me he arrepentido de llevar a cabo esta profesión hermosa del periodismo, y me siento muy orgulloso de mantener con la frente en alto a mi familia, con esta noble profesión”, concluye.
ch