XALAPA, VER.- Cuatro policías municipales de Lerdo de Tejada fueron imputados por el delito de homicidio doloso; están señalados de una presunta ejecución extrajudicial en contra de Brando Arellano Cruz, quien fue asesinado de dos disparos a bordo de su auto y tras un intento de detención que no ha sido aclarado.
A casi tres días de los hechos violentos, este lunes 22 de enero la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz confirmó que los cuatro policías municipales detenidos ya fueron imputados por el delito de homicidio doloso, lo que quiere decir, que están señalados de haber actuado “con dolo” a asesinar al joven de 27 años.
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A través de la Fiscalía Regional de la zona Centro Cosamaloapan se obtuvo que un juez imputara a José Manuel “N”, Óscar “N”, César “N” y Rufino “N”, quienes estaban como policías activos de la Policía Municipal de Lerdo de Tejada al momento del crimen, “cuando los ahora imputados presuntamente participaron en los hechos en los que perdiera la vida la víctima por disparo de arma de fuego”, dice el mensaje original.
“El juez de control dictó como medida cautelar prisión preventiva justificada por dos años, dentro del proceso penal 18/2024” Dice la FGE.
¿Qué pasó?
Durante la noche del viernes 19 de enero pobladores de Lerdo de Tejada rompieron en indignación tras el asesinato de Brando Arellano Cruz. El padre de dos menores de edad fue asesinado a bordo de su auto, cuando policías municipales les dispararon en dos ocasiones por detrás.
El padre de la víctima, narró que Brando le llamó previó a su asesinato. Le dijo que una patrulla municipal lo quería detener, sin aclarar el motivo, y fue perseguido hasta la casa de su abuela. Tras detenerse, recibió dos disparos que le quitaron la vida.
Pobladores intentaron linchar a los policías a bordo de la patrulla y fue necesaria la intervención de la SSP. El palacio municipal fue encendido con fuego como forma de protesta por el crimen de Brando, y contra abusos previos que aseguran que la misma policía municipal ha cometido.
Brando tenía 27 años, era padre de dos menores de edad, trabajaba como subgerente de una empresa cervecera y su familia, así como pobladores de Lerdo de Tejada, exigen justicia y que el crimen sea aclarado.