TIHUATLÁN, VER.- El ayuntamiento de Tihuatlán, Veracruz, emitió una circular sobre los horarios de apertura y cierre para aquellos establecimientos que venden bebidas alcohólicas en la cabecera municipal y en las comunidades o localidades.
De acuerdo con el documento, y con la finalidad de evitar la clausura de los establecimientos, por incumplimiento a la normatividad señalada, la actividad comercial y de servicios que se desarrollen dentro de Tihuatlán, los establecimientos se sujetarán a los siguientes horarios de apertura y cierre:
- Los billares con o sin autorización para ventas de bebidas alcohólicas de Lunes a Sábado de las 10:00 horas a 23:00 horas.
- Todo establecimiento con venta de bebidas alcohólicas de 9:00 a 23:00 horas de lunes a sábado en la cabecera municipal y zona conurbada.
- En las comunidades el horario será de 6:00 a 22:00 horas para la venta de bebidas alcohólicas.
- Todo establecimiento no considerado con los incisos anteriores de lunes a domingo de 7:00 a 23:00 horas.
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Aunque recientemente en Tihuatlán no se han registrado ataques armados en comercios donde venden bebidas alcohólicas, en la región y municipios aledaños, como en Poza Rica y Papantla, sí se han efectuado estas agresiones, lo cual ha llevado como consecuencia el cierre de estos establecimientos hasta que
Dos de estos bares que determinaron el cierre temporal "hasta que las condiciones en la ciudad sean propicias para ofrecer un ambiente sano y seguro", fueron Cotorritos y Barezzito, ambos ubicados en el municipio de Poza Rica.
A través de comunicados en las redes sociales, los establecimientos informaron de la determinación, asegurando que aprovecharán el cierre para "renovarse", sin embargo, no establecen cuánto tiempo permanecerán sin servicio. Esta situación supone que al menos 40 personas se hayan quedado sin trabajo debido a la inseguridad.
Ruben es un empresario y dueño de un bar en Poza Rica, en entrevista con este medio señala que los empleados son otra parte de este sector que registra afectaciones por los hechos delictivos; al menos en su negocio, fueron 5 personas las que renunciaron para no exponerse a la inseguridad.
“El ambiente está muy tenso, los jóvenes ya no quieren salir, porque no sabes si te van a llevar o no. Antes, esta zona era muy transitada, la afluencia de gente era mucha, pasaban en la calle como si nada. Ahora se ve todo vacío”, dice Rubén.
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