XALAPA, VER.- El gobernador Cuitláhuac García Jiménez se sumó a las voces que critican el trabajo de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucia Piña Hernández, al señalar que a la llegada de la ministra, el dos de enero, se ha incrementado la entrega de amparos a delincuentes de cuello blanco.
Emulando al presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “perversos” a quienes entregan amparos a diestra y siniestra a presuntos delincuentes, sin importar que mataron a una familia, un periodista o un ciudadano.
“Lo dijo hoy el presidente, ahora están amparando a diestra y siniestra, a partir de la entrada de la presidenta de la Suprema Corte, no sé si por coincidencia, o qué fue lo que pasó. Empezaron a amparar a delincuentes de cuello blanco”.
Este día se informó que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Piña, le pidió a juezas y jueces actuar de manera independiente y responsable.
Al respecto, García Jiménez cuestionó de quién son independientes los jueces y juezas, y reprochó que a los Estados, como Veracruz, “cortan las manos”, limitando la impartición de justicia pesar de que lo que se busca, desde órganos como la Fiscalía General del Estado (FGE)y el Poder Judicial, es garantizar e impartir justicia.
Por lo anterior, pidió a los ciudadanos dirigir sus manifestaciones y quejas hacia los jueces federales, que entregan amparos en los que obligan a reponer el proceso judicial contra presuntos delincuentes, y casi le dicen al juez de control “que lo debe dejar en libertad”.
Pidió a los jueces hacer prevalecer los derechos de las víctimas y exigió dar nombres y apellidos de quienes entregan amparos, “hay que dar la dirección de la Suprema Corte, para que también se dirijan algunas exigencias de justicia allá”.
García Jiménez ironizó que los jueces son indolentes al decir “él me pidió que lo amparara. Pobrecito delincuente, sí, mató a una familia, mató a un periodista, mató a este, pero pobrecito delincuente, lo vamos a amparar”.
Cuestionó cómo es posible que se crea en la palabra de un delincuente, sin dejar que se lleve el proceso de investigación de la denuncia, cuando se comenten delitos graves, que implican prisión oficiosa.
Explicó que los delincuentes, especialmente los de cuello blanco, tramitan los amparos con el dinero que robaron, por lo que exigió al Poder Judicial revertir esa “perversión”.
mb