XALAPA, VER.- Durante el 2022, un total de 747 menores de 10 a 15 años fueron madres, lo que es un indicador de violencia sexual contra niñas y adolescentes veracruzanas, informaron integrantes de la Asociación Civil Equifonía.
En conferencia de prensa, Adriana Fuentes detalló que solo en seis casos se orientó a las menores sobre su derecho a interrumpir el embarazo, luego de que fueron víctimas de pederastia. Sin embargo, en cinco casos se aplicó un legrado, método que no está aprobado para el primer trimestre, a pesar de que hay medicamentos o aspiración manual.
Datos de la asociación civil reportan que esos 747 registros de nacimientos, implican un aumento de 48 casos más en donde niñas y adolescentes dieron a luz, con relación al 2021. Las ciudades en las que se reporta el mayor número de casos son: Xalapa, Veracruz, San Andrés Tuxtla, Coscomatepec, Perote, Córdoba, Papantla y Altotonga.
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Un factor común de los casos es que las niñas ya viven en pobreza, no cuentan con seguridad social y acuden a los servicios de salud para recibir atención, y por lo regular se les da información para dar seguimiento al embarazo, y no así de su derecho a interrumpirlo.
“Es un indicador de la violencia sexual contra niñas y adolescentes y en más de la mitad de los casos las niñas llegan en el primer trimestre, pero persiste el desconocimiento o trato negligente, pues no se garantiza los derechos a niñas víctimas de pederastia y con diagnóstico de embarazo”.
La queja de la AC es que no se está brindando la información suficiente a las niñas y las familias para garantizar su derecho a decidir sobre su cuerpo, sumado a que no se está informando a las procuradurías de los menores, que serían las instancias responsables de su resguardo, cuando la menor fue agredida por un familiar.
“En los contados casos de que las niñas y sus familias han sido notificados de sus derechos, fue en seis niñas víctimas de pederastia, pudieron interrumpir el embarazo, en cinco de los cuales se usó el legrado uterino instrumental, que no es recomendable para esa edad por el programa de aborto seguro”.
En la charla con los medios de comunicación se observó la necesidad urgente de capacitar al personal médico de los centros de salud, para que puedan orientar y brindar una atención de calidad a las niñas, que en ocasiones fueron víctimas de una violación.
La denuncia fue que alguien, al interior de la institución, no está monitoreando lo que está pasando al interior de los hospitales, “no hay muerte, pero el tema es el grado de dolor que le puedan generar en una niña que le practiquen esa técnica y está contraindicado, porque es una técnica invasiva en el primer trimestre”.
ch