PAPANTLA, VER.- El 7 de septiembre de 2018, unos 200 habitantes de la localidad Insurgentes Socialistas, tomaron los accesos a comunidades ubicadas en los límites del estado de Veracruz con Puebla, instalaron barricadas y se armaron con lo que pudieron, tomando el control de la seguridad en su localidad. Dos meses más tarde, conformaron su propio sistema de seguridad y este lunes, cumplió cinco años operando.
En aquel entonces hombres y mujeres, todos tapados del rostro, lanzaron un duro mensaje contra el gobierno, exigían la intervención de la Secretaría de Marina, acusando a corporaciones policiacas locales de estar coludidas con grupos delincuenciales que operan en la zona. El nivel de inseguridad fue tan crítico que decidieron suspender las clases y sus labores en el campo.
La región es eminentemente citrícola, los habitantes de esas comunidades se dedican a la producción de limón y eso les ha permitido tener crecimiento económico al desarrollar cosechas con calidad de exportación, situación que aprovecharon grupos criminales para realizar extorsiones y secuestros.
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Tras varias semanas y con la intervención de un legislador federal, se logró que un destacamento de la Secretaría de Marina Armada de México arribara a la comunidad, donde permanecieron un par de meses, puesto que a inicios de 2018 desmontaron su campamento y se integraron a la lucha frontal del gobierno federal contra el robo de combustible.
Con esfuerzos y aportaciones de los propios habitantes, se logró juntar la cantidad de $600 mil pesos, recurso con el que financiaron un proyecto para crear su propio Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), que opera las 24 horas y realiza el monitoreo de las 21 cámaras de videovigilancia que se instalaron en puntos estratégicos.
Los equipos son de última generación, su conexión es inalámbrica, cuentan con funciones de sensores de movimiento, capacidad para realizar paneos laterales y acercamientos, visión infrarroja y calidad de alta definición. Éstos son operados por los propios habitantes de la comunidad, quienes recibieron capacitación por parte de una empresa que contrataron.
Por seguridad, la ubicación del Centro de Control no fue revelado, tampoco la ubicación de las cámaras, pero la mayoría están a la vista, sobre la vía principal de la comunidad, entradas y salidas, además de las escuelas. Con ellas se realizan actividades similares a las que realiza la dependencia estatal del C4, de la Secretaría de Seguridad Pública.
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Con una conexión a internet satelital y haciendo uso de la plataforma del Registro Público Vehicular (REPUVE), verifican las matrículas de los automóviles que circulan por la comunidad, en caso de detectar alguna anomalía, de inmediato advierten a los puntos de control a través de radios de última generación que utilizan para comunicarse.
Se trata de equipos digitales, que utilizan frecuencias encriptadas para que no sean intervenidas con facilidad, así mismo invirtieron en la adquisición de dos repetidoras, que permiten una mayor cobertura de la señal de radio y que la geografía de la comunidad no sea impedimento para lanzar una advertencia con claridad.
A diferencia de la primera ocasión, ya no se encuentran tapados del rostro, se sienten más seguros ya que ahora tienen una mejor organización, de manera que han reducido a cero el índice delictivo en la comunidad, misma que hasta hace unos meses estaba sumida en una crisis de extorsiones, secuestros y asaltos.
“No estamos esperando nada del gobierno, ya no les creemos, nos prometieron y nunca cumplieron, nos sumamos a la lucha frontal del presidente Andrés Manuel, desde aquí le decimos que no está solo, pero se necesita que todos, de manera muy activa participemos en esta tarea”, aseguró Marco Antonio Bautista Cruz, habitante de la comunidad.
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mb