COATZACOALCOS, VER. - Este sábado 27 de agosto se cumplen tres años de la masacre en el bar "Caballo Blanco" de Coatzacoalcos, donde cerca de 32 personas, entre trabajadores y clientes, fueron asesinados y sus familiares continúan exigiendo justicia de parte de las autoridades federales.
Durante la visita del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, al sur de Veracruz, las madres de las víctimas, en su mayoría bailarinas del centro nocturno, se manifestaron para pedir información de la Fiscalía General de la República.
"Yo vengo a pedirle al presidente que ya por favor se esclarezca este delito, ya son tres años de la masacre, ya son tres años de que seguimos esperando respuesta de la Fiscalía. Lo más difícil es seguir manteniendo a nuestros nietos, porque en mi caso mi nieto tiene problemas de salud y requiere de tomografías", dijo la señora América, madre de Xochitl Nayeli Irineo, trabajadora del bar.
En junio pasado se confirmó la detención de Edgar "N", señalado de ser el presunto autor intelectual de la masacre y en agosto fue vinculado a proceso, aunque la carpeta de investigación continua abierta.
El presidente encabezó una reunión con los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para dar a conocer la introducción del sistema de Internet en el país.
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Con cartulinas esperaban la salida del mandatario federal para hacerle llegar algunas peticiones, en uno de los accesos al evento celebrado a un costado de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, conocida como Cánticas en Cosolecaque.
Zuleyma dejó a dos hijos, hoy luchan por seguir estudiando junto a su abuela
A los 26 años, Zuleyma Hernández decidió trabajar como bailarina en el bar, cuando apenas tenías meses trabajando, se convirtió en una de las víctimas del atentado. Dejo a sus dos hijos que dependían de ella: Nicole y Santiago Alexander de 4 y 6 años.
Francisca Sánchez Ruiz, madre de Zuleyma, lamenta que sus pequeños crezcan sin su madre, aunque lo más complicado, asegura, es conseguir dinero para sacarlos adelante. Hoy los niños cursan la primaria y en este regreso a clases la situación se torna complicada.
"Horrible, muy doloroso, para mis nietos iguales me exigen a su mamá y si comen lloran, yo les digo que está reposando. Cada día es más difícil porque crecen y tenemos gastos como ahora de escuela, que hay que pagar dos inscripciones y más", lamenta la señora Francisca.
La Comisión de Atención a Víctimas les otorga un recurso mensual, menor a cuatro mil pesos y por parte de Bienestar, los niños reciben 700 pesos cada dos meses, lo que es insuficiente.
Por ello, las madres aguardan la salida del presidente para solicitar que se cumpla con la indemnización de todos los niños, cuyas madres murieron calcinadas.
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