REGRESO A CLASES

El otro regreso en la UV: Miguel reabrió su puesto de copias en Xalapa

Al mismo tiempo que los universitarios, locatarios regresan a las actividades después de haber parado por más de dos años

Con el regreso a clases de la UV, el microempresario reactivó su negocio en Xalapa.
Miguel reactivó su negocio.Con el regreso a clases de la UV, el microempresario reactivó su negocio en Xalapa.Créditos: Carlos Caiceros
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER.- Esperanzado, Miguel abrió su local en la zona universitaria de Xalapa luego de casi 2 años y 5 meses. Acepta que ver el lugar repleto de estudiantes como antes de la pandemia, con cientos de jóvenes entrando y saliendo de sus facultades, lo anima a emprender de nueva cuenta.

El hombre de 37 años regresó a su pequeño local de copias e impresiones ubicado a unos metros de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV). Por la suspensión de actividades, relata, tuvo que trabajar como cargador y manejando un taxi para llevar el sustento a su familia.

El negocio de Miguel depende de los estudiantes de dicha institución que acaba de oficializar la vuelta a clases presenciales este lunes 15 de agosto. El campus suspendió las actividades desde el mes de marzo de 2020 por la covid-19.

Sin embargo, menciona que él todavía se encuentra en la incertidumbre laboral, como muchos de los emprendedores que alquilan sus locales a la UV.

Expone que su principal preocupación es que su puesto sea rentable, pues los universitarios optan por los materiales digitales y cada vez utilizan menos copias o impresiones. Por esta razón durante los próximos días su regreso seguirá “a prueba”.

En entrevista relata que pese a ser un adulto joven le ha sido difícil conseguir ingresos y la situación sigue siendo compleja: “Lo más difícil fue cuando salí de aquí y busqué trabajo y en los trabajos te decían ‘hasta cierta edad’ como los 30 años; a mí se me complicó bastante”.

TODAVÍA DEBO

Miguel Dan Vera Aguilar tiene presente el momento en el que su fuente de trabajo prácticamente se agotó.

En marzo de 2020, cuando iniciaron las medidas de restricción a nivel nacional y se informó sobre la necesidad de mantenerse resguardado, no imaginó que sería una de las experiencias más adversas de su vida.

“Fue bien difícil porque al principio dijeron que solo era un mes. Y dije ‘pues por un mes no hay problema’ y después nos fueron trayendo que, a los tres meses, que a los seis meses íbamos a regresar.

“Yo estaba trabajando en lo que fuera, pero mi esperanza era regresar y ahorita siento bonito después de dos años y medio regresar y ver tanta gente y ver que regresó mi trabajo, es una emoción bonita”, cuenta.

Y es que, con la bajada en la incidencia de contagios, desde agosto del año pasado se mencionaba que por fin las clases presenciales volverían, al menos en las facultades de la máxima casa de estudios veracruzana.

Fue con esa idea en mente, que Miguel tomó la decisión de volver a abrir su negocio de copias ubicado en frente de la escuela Antonio María de Rivera.

Sin embargo, se encontró con que siempre no se retornaría a las aulas. Y nuevamente tuvo que batallar para encontrar un nuevo empleo, pues tampoco le funcionó el retorno semipresencial adoptado hacia finales del año pasado.

“Espero que esto funcione porque si no, no sé qué voy a hacer, la verdad sí debo todavía”, lamenta al recordar que tuvo incluso que acudir a los préstamos y el empeño de sus objetos personales para ir saliendo adelante.

FUENTE DE EMPLEO

El caso de Miguel no es el único, otros comerciantes de la zona UV esperaban desde el inicio de 2022 la posibilidad de apertura total de sus negocios, pues la mayoría necesita saldar sus deudas contraídas durante la contingencia.

En concreto, la experiencia que Miguel acumuló fue desde convertirse en cargador de muebles, lavador de tinacos, hasta volverse ruletero en las frías madrugadas xalapeñas, enfrentándose también a su propia edad, pues en muchos sitios le decían que no podrían contratarlo debido a que tiene 37 años.

“Es difícil buscar trabajo ya grande, a mí se me complicó bastante. Trabajé de cargador, incluso una vez desesperado, busqué en el Facebook y me apareció uno donde se lavaban tinacos y me fui a lavar tinacos y me pagaron y todo, pero yo ya buscaba lo que fuera”, señala.

Tras esos episodios, optó por convertirse en taxista, trabajando incluso hasta 13 horas o más al día y hasta entrada la madrugada.

“Al último trabajé el taxi y eso fue lo que me mantuvo, sí da, pero hay que matarte. Yo trabajaba de noche hasta las 3 de la mañana para llevar un poco de dinero a la casa e ir sobreviviendo.

“Agarraba el taxi en las mañanas, descansaba un poco a la hora de la comida y lo agarraba otra vez a las 6. Los fines de semana trabajaba hasta las 5 de la mañana”.

Pero no solo fue el desempleo o tener que ocuparse en trabajos donde el pago era escaso.

Incluso, sus máquinas copiadoras también resintieron el letargo de las medidas de restricción pues no usarlas las atrofió al grado de averiarse y echar a perder algunas piezas.

“Estuvieron paradas dos años, vine cuando supuestamente iban a regresar, pero estuvieron sin movimiento dos años y medio”.

Por estas circunstancias también se verá en la obligación de hacer reestructuraciones en los costos de sus servicios escolares, pues con la inflación actual, se encarecieron las tintas, los toners, la papelería.

“Es muy complicado. Los alumnos buscan descuentos, pero se trata de que no los afecte a ellos, pero tampoco pierda yo”, enfatiza.

NEGOCIOS QUEBRARON

Sobre los impactos de la pandemia en los trabajadores, empleadores y emprendedores, la propia UV, a través del Centro de Estudios de Opinión y Análisis (CEOA), realizó, tres meses después del confinamiento, una encuesta a cámaras y asociaciones empresariales en la región donde se destacó que la pandemia por covid-19 orilló al 42.7 por ciento de los encuestados a abrir otras posibilidades de negocio mientras que el 30.1 por ciento cerraron.

El estudio de la Universidad destaca también que el 23.5 por ciento de los empleados en las empresas encuestadas vieron reducidos su salario o jornada laboral.

En materia de ventas, como el caso de Miguel el 35.9 por ciento de los establecimientos las vieron disminuidas desde un 61 hasta un 100 por ciento y más del 50 por ciento de los comercios que participaron en la encuesta acudieron a fuentes de crédito para enfrentar la contingencia.

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