Cuando apenas tenía 32 años, el taxista José Enrique Martínez Peña murió a manos de policías municipales de Huatusco. Su muerte fue causada por un traumatismo craneoencefálico tras los golpes recibidos. El caso podría constituir una ejecución extrajudicial en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Pero casi 3 años después su familia no ha recibido justicia: no todos los implicados han sido llevados a proceso. No ha habido reparación del daño y menos ha sido reconocida la calidad de víctima de sus familiares.
La familia de José Enrique también recrimina a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que prometió hacerse cargo de la indagatoria por violaciones graves a derechos, pues no ha emitido recomendación alguna y la queja por este caso, consideran, no prospera.
POLICÍA VIOLENTA
La policía municipal de Huatusco ha estado marcada por la violencia que ejerce contra los detenidos. Un año antes de la muerte de José, otro caso de violaciones a derechos humanos acabó en una recomendación de la CEDH, la 024/2021.
En esta se detalla que dos hombres viajaban el 16 de junio de 2018 en un vehículo sobre la carretera federal en la entrada de la ciudad de Huatusco, en la zona montañosa de Veracruz, cuando una patrulla de la policía municipal los interceptó y los obligó a bajarse de su vehículo, golpeándolos y amenazándolos con armas de fuego.
Posteriormente fueron trasladados a la comandancia municipal, para luego ser puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Asimismo, señalaron que durante el tiempo que estuvieron detenidos en la comandancia municipal, los policías de Huatusco cometieron actos de tortura en su contra. Particularmente la víctima 2 refirió que lo amarraron de las manos y los pies, le daban toques eléctricos, le pegaban en el estómago y le ponían bolsas en la cabeza.
Por su parte, la víctima 1 indicó que también lo amarraron de manos y pies, y lo golpearon y amenazaron. En todo momento los policías pretendieron obtener una confesión de donde estaba “el dinero”.
“… Luego nos trasladan a la comandancia de policía de Huatusco, donde a V1, le amarraron las manos y los pies, y lo golpean y amenazan, policías encapuchados y le dijeron que si no decía la verdad le iban a cortar el cuello con una navaja”.
Un trato igual recibió en su momento José Enrique por parte de los elementos José Orlando “N”, José Antonio “N”, José “N” y Pedro Jesús “N”, todos sujetos a proceso penal y quienes habrían golpeado al ruletero hasta ocasionarle la muerte.
José Enrique fue torturado e igualmente recibió descargas eléctricas pero el 3 de agosto de 2019. También se ha conocido que recibió golpes con objetos contundentes, específicamente un tubo, aunque la herida mortal fue en la cabeza con un arma, el traumatismo.
El caso cobró tal relevancia que cuando se supo de la muerte del joven, los taxistas del lugar iniciaron acciones que conllevaron la quema de una patrulla de la policía municipal y la gresca tuvo saldo de dos personas lesionadas.
Medios reportaron que el taxista José Enrique Peña Martínez, entonces de 32 años, fue detenido cerca de su domicilio, supuestamente debido a que se encontraba en estado inconveniente, versión que fue desmentida en su momento por su esposa.
{"quote":"“Ni mi suegra, ni yo mandamos a traer a la policía; en ningún momento dimos la orden para que la policía entrara y así de prepotentes (…); yo vi cuando a él lo tiran contra el suelo”, declaró la mujer ante medios el día del sepelio."}
Sin embargo, cuando los familiares fueron a buscarlo a la comandancia les notificaron que había fallecido por una congestión etílica, aunque la familia sabía que esto era mentira.
En tanto, de acuerdo también con la información disponible, los policías responsables presuntamente pudieron huir del lugar vestidos de civil, por lo que no fueron identificados por los inconformes.
Posteriormente, el 6 de agosto, se reportó la detención de 3 policías, aunque José Orlando “N” y otro implicado se dieron a la fuga.
Luego de que pobladores volcaron una patrulla para quemarla, además de destrozar los cristales de otra, la Guardia Nacional acudió a Huatusco para dar seguridad al municipio.
Y apenas hace unos días, la Fiscalía confirmó la detención de José Orlando “N”, cuarto policía ligado al caso, cuya audiencia inicial continuará este jueves dos de junio.
Los cargos por los que será solicitada la vinculación a proceso serán homicidio doloso y abuso de autoridad, el mismo que al resto de elementos, según confirmaron fuentes ligadas al caso.
De acuerdo con la información oficial, agentes de la policía ministerial con sede en Huatusco se trasladaron hasta la frontera de Estados Unidos, luego de que el ex elemento fue detenido en Texas como parte de la orden de aprehensión en su contra dentro del proceso penal 53/2019.
En el operativo de búsqueda y detención participó el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos y la Policía Ministerial de Chihuahua.
IMPLICADO SIGUE PRÓFUGO
Pero falta un policía más que por casi tres años ha burlado a las autoridades veracruzanas. Y no es lo único que falta.
De acuerdo con fuentes conocedoras del caso señalaron que la familia del taxista no ha tenido, ni de cerca, la posibilidad de acceder a la justicia, pues de sentencias no hay nada.
Además, la fuente confió a este medio que su esposa ha recibido amenazas por lo que teme por la integridad de ella y su hijo que quedó en la orfandad.
La víctima recibió toques eléctricos en todo el cuerpo “incluso en sus partes íntimas”, también que recibió cachazos y “chicharrazos”.
{"quote":"“De un lado se ve el cachazo que le dieron, ese fue el que le dio la muerte; fue un traumatismo craneoencefálico de segundo grado”, destaca."}
Y a casi 3 años de aquellos hechos, por falta de sentencia a los verdaderos responsables, tampoco se ha accedido a la reparación del daño o alguna especie de indemnización por la pérdida.
La fuente además destacó que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), pese a haber abierto la queja de oficio, asentada en el expediente COR789/2019, también abandonó a la víctima indirecta.
“Derechos humanos al principio sí -estuvo apoyando- ahora nada, no se volvió a comunicar con la familia”, señala.
De hecho unos días después de la muerte del taxista, la misma presidenta del organismo, Namiko Matzumoto Benítez declaró que “le correspondió a la delegación de Córdoba” abrir la queja de oficio.
{"quote":"“La nomenclatura es COR789/2019 y ya se comenzó a documentar solicitando los informes a la autoridad hasta allegarnos de todo el material para determinar si hubo o no una violación de los derechos humanos\", indicó. Pero a la fecha, la familia desconoce de qué va el posible avance, si es que lo hay."}
Por parte de la propia CEDH se confirmó que “no hay recomendación” por ese tema.
Matzumoto Benítez firmó a principios de mayo un convenio con el ayuntamiento presidido por Ventura Demuner Torres para “capacitar” a los servidores públicos.
En dicha firma la presidenta de la Comisión dijo que al ser los servidores municipales el primer contacto con los pobladores, se convierten en los más susceptibles de violar derechos humanos.
Cabe destacar que de 2012 a 2021, la propia CEDH registró mil 911 quejas contra las corporaciones policiales de Veracruz.
Sobresalen las quejas contra las policías municipales, con 763, es decir el 40 por ciento del total; en segundo lugar se ubicó la Policía Estatal, con 649 quejas; agentes de la ahora extinta Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), con 200; Fuerza Civil, con 197; Policía Ministerial, con 111; la Policía Naval, con 41; Mando Único, con 39; Policía Intermunicipal, con 9; Policía Federal, con 6 y el IPAX, con 3.
A la fecha, los familiares del taxista esperan llegar al fondo del asunto y conocer qué motivos estuvieron detrás de la agresión que recibió su ser querido, máxime las amenazas que han recibido de parte de personas desconocidas.
“Él llegó golpeado y al llegar a la comandancia lo siguieron golpeando hasta la muerte”, agregó la fuente.
mb