XALAPA, VER. -Carlos Loza Hernández es dueño de La Perla, una de las pescaderías del mercado La Rotonda, con más de 20 años de experiencia. Él, como muchos otros comerciantes, alerta que los altos precios del pescado y mariscos han provocado que cada vez menos familias los consuman.
El dueño del local, ubicado en la calle revolución 322 de la colonia Centro, confirma que la Semana Santa 2022 se perfila como un periodo de poca venta, incluso, peor que en la pandemia, cuando la gente salió a comprar productos del mar para cumplir con el mandato religioso de no comer carnes rojas durante la cuaresma.
En Xalapa hay al menos 25 pescaderías que emplean a poco más de 100 trabajadores. Desde hace 15 años han planteado a los diferentes gobiernos municipales crear un mercado de mariscos por la Estación Vieja.
La idea es sacar del centro las pescaderías, que generan constantes quejas por el olor, y tener una opción de mejor acceso y estacionamiento para las familias.
La historia de La Perla
Carlos empezó a trabajar con su cuñado en la pescadería El Delfín, ahí aprendió el oficio y conoció a proveedores, por lo que buscó un local comercial para iniciar su propio negocio, que ha sido el sustento de su familia. Sus hijos también han aprendido del comercio.
El vendedor, que emplea de ocho a 13 personas, comenta que este año los productos incrementaron su precio de un 50 y 60 por ciento, lo que hace que cada vez sean menos las familias las que acuden a comprar. Antes el kilo de camarón estaba en 120, ahora se comercializa hasta en 200 pesos.
“Es por la inflación, no nada más es el pescado, se ha incrementado todo: pollos, verdura, no nada más el pescado. La verdad como hay poca producción se ha inflado el precio. Todavía en la pandemia tuvimos mejores ventas; si la gente antes consumía cuatro veces al mes (pescado) ahora solo una o dos”.
Aunque el pescado, dice, es de los más sanos por el omega 3, los altos costos hacen que la gente reduzca su consumo semanal, incluso, sus compradores de mayoreo, que son los restaurantes, hay ocasiones que solo acuden una vez a la semana.
El pescado y marisco que se consume en la entidad, reconoce, proviene de Campeche, Tabasco, Tampico y Sinaloa; la producción pesquera de Veracruz es muy limitada y aunque podría tener mejor calidad se ofrece a precios muy altos.
“El golfo es muy profundo y los pescadores no tiene equipo para pescar. El poquito pescado que sacan en la entidad es muy caro, más fino de calidad, pero solo lo compran restaurantes de lujo”, comenta en entrevista con La Silla Rota Veracruz.
El puerto de Alvarado, Mauro’s y El Arca son restaurantes de la capital que por años le han comprado dos o tres veces a la semana desde camarón, cangrejo, jaiba, calamar, langostas y todo tipo de especies de pescado.
Sin embargo, con el aumento a los precios de los productos que comercializa las visitas se han espaciado cada vez más, ahora solo acuden una vez a la semana o cada 15 días, “cuando ellos tienen buena venta, seguido están consumiendo”.
Carlos considera que el hecho de que los productos se trasladen de otras entidades lo encarece, pues subió el precio de la gasolina, el transporte, las casetas y demás costos que implican viajar de un estado a otro.
Para mantenerse a flote, dice, los propios vendedores del pescado y mariscos les dan crédito y les pagan al final del día o la semana, porque -cuenta- ninguna autoridad estatal o municipal les apoya para sobrellevar la crisis económica que se vive.
A modo de broma, confía que está bien que no les den apoyos económicos o despensas, se conforma con que bacheen las calles y garanticen servicios a los capitalinos.
La mejor época de venta es la Semana Santa, las Fiestas Decembrinas, el día de la Madre, del Padre, entre otros. “Las familias no acostumbran, o no les enseñan a comer mucho pescado, que es lo más sano que tenemos”.
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