XALAPA, VER. - La vivienda y el local de Víctor Jesús Fernández Reyes quedaron destruidas el pasado 28 de febrero en Naolinco, cuando un tráiler sobrecargado de quesos impactó contra el edificio, accidente que dejó un saldo de 9 heridos y 3 personas fallecidas.
Desde entonces nadie, ni la empresa propietaria de la unidad, ni la aseguradora, se han hecho responsables por los daños. De acuerdo con Víctor Jesús, sólo por su casa tuvo que realizar una reparación por 150 mil pesos.
Sin embargo, hay otras personas afectadas que esperan una indemnización, como una mujer que se quedó sin una pierna y el hermano de Víctor, cuya vivienda vecina también quedó destrozada en el percance.
UN CAMIÓN EN MI CASA
Víctor rememora la mañana de ese 28 de febrero desde que se levantó, como cada día, a realizar sus labores, entre estos abrir y atender su tienda de abarrotes.
Ese día, su esposa le dijo que además estaban pendientes algunas labores del hogar, como lavar el portón y el frente de su vivienda.
Por alguna razón, Víctor notó que su esposa “no se apuraba” y entonces decidió entrar al baño y tomar una ducha matutina. Al terminar se sentó un rato en la sala con su familia para platicar con su suegra.
“Y de pronto oímos un ruido muy fuerte y de momento sí nos espantamos. De momento pensamos que era un temblor y se estaban cayendo las casas, pero cuando abrimos la puerta de en medio me di cuenta de que no era eso, sino que se había estrellado un camión en mi casa.
“Realmente sí nos asustamos y tuvimos que salir por la parte de atrás. Cuando me doy la vuelta vi la intensidad: hubo muchos heridos y tres difuntos”, narra.
El hombre refiere que más tarde supo que además de los muertos y heridos, también hubo daños en el patrimonio de algunos vecinos y empresas como “Rico Maíz”, pues el tráiler se impactó contra uno de sus camiones de carga.
Además, en su trayecto dañó maquinaria pesada, destrozó un taxi en donde viajaba uno de los fallecidos y destruyó la fachada de la casa de su hermano.
De acuerdo con la información que poseen, el vehículo transportador de los quesos se habría quedado sin frenos desde la zona conocida como Miahuatlán, a unos 15 minutos de la entrada a Naolinco.
Estima que el impacto de la unidad pesada fue de entre 90 a 100 kilómetros por hora y aunque se dijo que el chofer y el copiloto están presos, no es una información que tengan corroborada.
El afectado lamenta que han buscado aclarar la situación, pero la Fiscalía General del Estado (FGE) no les ha informado nada respecto del avance de una denuncia de hechos, pese a que hay dos personas que murieron al instante originarias de Chiconquiaco, una que se trasladaba en un taxi y otra que esperaba el camión, además de otro joven oriundo del lugar.
Fernández Reyes acusa que la FGE ha puesto trabas a la hora de denunciar, pues prácticamente los ponen a elegir a quién quieren denunciar, si al dueño de la empresa, a la aseguradora “Qualitas” o al chofer.
El tendero no exagera. Las imágenes que lograron rescatar de ese día evidencian las condiciones en las que quedaron su tienda y su casa.
Paredes destrozadas, vidrios reventados, llantas que rechinaron sobre el pavimento y terminaron dentro de la tienda.
Pero pudo ser peor. La cámara de seguridad del hogar de su hermano grabó el momento en que a toda velocidad venía bajando el vehículo.
En las imágenes se ve cómo un taxi, si bien no es impactado de frente, también es arrastrado. Una persona que se encontraba en otro vehículo logró salir a tiempo y lanzarse al piso antes de que su unidad fuera completamente destrozada.
Otro hombre que caminaba por la acera cercana al lugar del impacto también resultó lesionado por la estela de muerte que dejó el vehículo transportador, del que infieren, pudo ser desestabilizado también por el exceso de la carga.
NO DAN LA CARA
Desde aquella fecha, Víctor señala que la empresa “Lácteos Luis Ronaldo”, propiedad de Carlos Dioney Aburto no se ha hecho responsable del costo de los daños a su vivienda ni de los otros afectados.
Particularmente, las estimaciones de los daños a su propiedad fueron de 150 mil pesos, pues si bien la estructura como tal de su vivienda no resultó afectada, sí hubo afectaciones en el balcón que fue pérdida total y, por ende, el trabajo del albañil, el herrero y todo lo que implica el material de construcción debe ser repuesto.
Su tienda también sufrió algunas afectaciones, pero refiere que, en el caso de la aseguradora del vehículo, los responsables solamente acudieron a tomar fotos del hecho, sin que en ningún momento se acercaran a dialogar con los afectados.
Víctor sabe que las cosas materiales se pueden reponer, pero afirma que la cosa más fuerte fue hacer frente a la presión psicológica de su familia por ver los daños a su casa.
“Yo tuve que decirle -a su esposa- ‘tú tranquila, todos estamos bien, las cosas materiales van y vienen’”, opina.
Aunque el resto de afectados ha analizado manifestarse para exigir una indemnización, incluso organizando bloqueos en la carretera a Misantla, esperan que las autoridades presionen a la empresa y que la aseguradora para que procedan con la indemnización antes de movilizarse.