“No es la única que está en esa situación”, fue lo que una enfermera del albergue Santa Teresa de Jesús Journet, de Veracruz, le dijo a María Fernanda Trujillo, nieta de Enriqueta Ocampo después de que su abuela murió por presuntas negligencias.
El martes 27 de abril, días antes del cumpleaños de Enriqueta, su hijo intentó visitarla, pero por los cuidados para prevenir contagios de covid-19 en el lugar no pudo verla. Ese mismo día le informaron que la adulta mayor estaba en perfecto estado de salud, solo con llagas en las rodillas.
Horas después de su visita al asilo le notificaron que su madre murió por un presunto infarto.
Enfermeras del albergue, ubicado en el fraccionamiento Floresta, le entregaron el expediente de la mujer, en el que consta que desde el pasado 11 de abril comenzó con las lesiones en el cuerpo y falta de apetito.
Los familiares de Enriqueta intentaron visitarla semanas antes de su muerte, pero personal del lugar les impidió la entrada a pesar de que parientes de otros albergados podían visitar con regularidad a sus conocidos.
Fue hasta que, junto con Fernanda, el hombre exigió que se le permitiera ver a la adulta mayor para llevar a cabo los servicios funerarios, que personal le dijo que volvieran al otro día, pues el encargado y el doctor principal del lugar no podían acudir en ese momento.
José Alberto Vázquez, médico tratante y titular del asilo, les pidió que regresaran al día siguiente, pues le era imposible llegar en ese momento. Ante la exigencia por parte de la familia, acudió.
“¿Cómo que hasta mañana? mi abuela no va a estar muerta prácticamente sin que la preparen, porque el señor no quiere venir”, expresó María Fernanda.
Los familiares no recibieron un expediente que mostrara el estado de salud real de la mujer, por lo una enfermera les recomendó revisar el cuerpo, ya que las lesiones eran viejas y tenía infección en las vías urinarias, situación que nunca se les comunicó.
NEGLIGENCIA POR PARTE DE ENCARGADOS
La muerte fue comunicada desde la ocho de la noche del martes 27 de abril, pero fue hasta este miércoles a las 4:30 de la mañana que les entregaron un expediente firmado por un doctor que no es Alberto Vázquez. Además, el cuerpo fue entregado a la funeraria sin permiso de los familiares.
“Le dan el cuerpo a la funeraria, la tiran como una bolsa de basura”, María Fernanda, ante lo que, aseguró, es una falta de empatía.
Por otro lado, aseguró que el caso de Enriqueta no es aislado, pues hay otros adultos mayores en mal estado, pero que no se dan a conocer por temor a represalias.
María Fernanda Trujillo agregó que presentará una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por la posible negligencia o negligencias que se presentan en el albergue del DIF municipal de Veracruz.
“Se que no va a revivir, no va a pasar nada. Me preocupa que no es la única”, finalizó.
Al respecto, Yamileth Herrera Díaz, directora del DIF municipal de Veracruz, aseguró que la muerte de de Enriqueta no se debió a una negligencia por parte del personal del asilo, pues la mujer desde su ingreso presentaba enfermedades como hipertensión, diabetes, esquizofrenia y demencia mixta.
am