Veracruz, Ver.- Los espacios de recreación y convivencia familiar en el fraccionamiento Dream Lagoons que prometían un ambiente de plusvalía y tranquilidad son ahora sitios abandonados por la empresa inmobiliaria Casas ARA.
La alberca que se prometió como una playa artificial mantiene el agua estancada que comenzó a tener una tonalidad verdosa y un olor desagradable, mientras que juegos infantiles quedaron inservibles.
Se le suma que la planta de tratamiento de aguas residuales se encuentra fuera de operación y supuestamente arroja sus aguas en la zona de amortiguamiento del Área Natural Protegida de Tembladeras, además de las fallas constantes en los servicios de agua potable, de acuerdo con lo denunciado por residentes.
Fernando Jiménez, uno de los habitantes, señaló que el problema es que la inmobiliaria Casas ARA dejó de atender las demandas de los habitantes, en su lugar impuso de manera irregular a la empresa Housing de México, que no atiende las peticiones ni brinda el mantenimiento.
El entrevistado señaló que la administración del complejo inmobiliario se encuentra regulado por un régimen de propiedad en condominio, con lo que todos los que ahí residen tienen la posibilidad de tomar decisiones con respecto al manejo de los bienes y del manejo de las cuotas de mantenimiento.
Sin embargo, el grupo que administra el complejo inmobiliario se autonombró de forma irregular, dando un mal manejo de los recursos de las cuotas de mantenimiento.
Aunado a ello, la empresa Casas ARA no ha entregado los bienes comunitarios, como el lago del fraccionamiento, el cual, según el reglamento, les pertenece a los propietarios de condominios.
Además, señalan que personal de la constructora ha amenazado a varios vecinos con demandarlos, si continúan con sus exigencias y estas denuncias se hacen mediáticas.
PROYECTO CON NEGRO HISTORIAL
El proyecto inmobiliario Dreams Lagoons se ubica en la zona poniente de la ciudad de Veracruz; tiene su acceso sobre el bulevar Bicentenario a un costado de la carretera libre federal Veracruz-Xalapa.
Su construcción fue rechazada por grupos ambientalistas en un inicio, por las afectaciones que podría generar al medio ambiente en el área natural protegida de Tembladeras.
Sin embargo, más tarde fue impulsada por el exgobernador Javier Duarte de Ochoa con el argumento de que la empresa Casas ARA entregaría la primera parte del complejo residencial para ser utilizadas como Villas Olímpicas durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014.
Lo anterior significaría que el Gobierno del Estado no generaría gastos por el alojamiento de los atletas y al mismo tiempo se permitiría la inversión privada para favorecer la economía local.
De esta forma fue que el Ayuntamiento de Veracruz en la administración de la exalcaldesa Carolina Gudiño Corro, junto con autoridades ambientales permitieron el cambio de uso de sueño para la construcción de las viviendas bajo el nombre de Crystal Lagoons, argumentando que no habría ninguna afectación ambiental.
Pese a contar con las facilidades, Casas ARA no terminó de construir lo que serían las Villas Olímpicas en el tiempo que se pactó y el Gobierno del Estado pasó por alto el asunto recurriendo a hoteles para hospedar a los atletas.
Finalmente, las viviendas fueron construidas y vendidas, principalmente a través de líneas de financiamiento, prometiendo un complejo residencial de alta plusvalía a precios de menor rango que otras zonas del área metropolitana.
El acceso controlado, las áreas comunes para la convivencia y un lago artificial con alberca, fue la forma en la que se enganchó a los residentes, que hoy reclaman el abandono, así como el mal manejo de los recursos que aportan para mantener el fraccionamiento del que Casas ARA se dejó de hacer responsable.
ygr