El Subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno Federal, Alejandro Encinas, indicó que el expediente por la muerte de la señora Ernestina Ascencio, ocurrida el 25 de febrero de 2007 a causa de una presunta violación sexual por elementos del ejército, será reabierto.
Encinas aseveró que es inaceptable la postura oficial que dio el gobierno de Felipe Calderón sobre la muerte de la señora de 73 años, en donde se determinó que la causa fue una gastritis crónica y no por las lesiones causadas por el abuso sexual de los tres soldados.
El subsecretario indicó que esta postura, sostenida durante la reunión de trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humana de esta semana “no representa la posición del Estado Mexicano”.
Indicó que se llegó a una resolución entre la Fiscalía General del Estado de Veracruz, con la Secretaría de Gobernación del Estado y con la intervención de la Secretaría de Relaciones Exteriores ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Hemos decidido que el informe que se presentará el próximo 3 de enero a la CIDH establecerá que la Fiscalía General del Estado abrirá de nueva cuenta las indagatorias hasta agotar todas las líneas de investigación a fin de garantizar la verdad, la justicia y la reparación integral para las víctimas.”
Además, la Secretaría de Gobernación coordinará los trabajos ante la CIDE para encontrar una solución a la denuncia de violencia contra la mujer y ejecución extrajudicial en contra de Ernestina, en conjunto con los familiares de la víctima.
El subsecretario Encinas hizo un recuento sobre el caso, ocurrido el 25 de febrero de 2007, en el que la señora Ernestina Ascencio salió a pastar sus borregos, en el municipio de Soledad Atzompa, sin embargo, horas después los animales volvieron solos a su corral.
La hija de doña Ernestina salió a buscarla, y al encontrarla y preguntarle lo sucedido, la señora dijo “los soldados se me echaron encima. Mija, me duele la cadera”, por lo que de inmediato la llevaron a una clínica rural del IMSS, pero estaba cerrada.
Fue trasladada a Ciudad Mendoza, sin embargo, durante la madrugada del 26 de febrero falleció a causa de las lesiones.
Ahí, los médicos reportaron presencia a lesiones relativas a un abuso sexual violento en sus genitales, además que presentaba graves daños en el hígado, riñón e intestino, debido a la introducción de un objeto punzocortante por vía anal.
Tras una exhumación de sus restos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos determinó que la muerte de Ernestina se debió a alteraciones tisulares y viscerales consecutivas a anemia aguda por sangrado de tubo digestivo secundario, ulceras gástricas pépticas agudas en una persona con una neoplasia hepática maligna, un proceso neumónico en etapa de resolción e isquemia disenteril.
“En palabras de Felipe Calderón, la señora Ernestina murió de gastritis crónica”, indicó Alejando Encinas.