XALAPA, VER.- Para un buen funcionamiento de la sociedad se requieren políticas públicas adecuadas que consideren la emergencia de la variabilidad climática, así como la atención a las enfermedades y los fenómenos naturales, expuso Shirley Merchán de Las Salas, catedrática de la Fundación Universitaria del Área Andina (Areandina) de Bogotá, Colombia, en su visita a la Universidad Veracruzana (UV).
Invitada por el Instituto de Salud Pública (ISP) y la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (Cosustenta), la profesora, quien tiene una formación en recursos hídricos, gestión ambiental y desarrollo sostenible, participó con la conferencia “Ciudadanías saludables, estrategia ante el cambio climático y los desastres”, en el marco de la iniciativa “Jóvenes UV por la acción climática”.
En el Auditorio “Mario Vázquez Torres” de la Facultad de Biología, alumnos de la Licenciatura en Agronomía y de la referida entidad, escucharon a la ponente destacar la necesidad de tomar en cuenta para la planeación y toma de decisiones, tanto en las ciudades como en los países, los efectos del cambio climático, la variabilidad climática, las enfermedades no transmisibles y los desastres.
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Expresó que la complejidad de los problemas que genera el cambio climático une a las disciplinas científicas en la búsqueda de soluciones, ya que se vuelve esencial atender a los ciudadanos de forma humana, además de proponer soluciones orientadas a generar nuevas conductas que se enfoquen a los desafíos de cuidar la salud ante amenazas como la inseguridad alimentaria o ante un desastre.
“Son desafíos para la supervivencia humana y para nosotros en el campo de la salud se relacionan con ciudadanías saludables, como para dar respuesta a las enfermedades que surgen por el aumento de la temperatura, que es una tendencia a nivel mundial.”
También recalcó la importancia de diseñar sistemas de salud eficientes y eficaces, preparados frente a las nuevas condiciones de vida, de salud de las poblaciones y las enfermedades, tanto las emergentes como las reemergentes, “por eso es importante tener claro este razonamiento de ser sustentable o sostenible con la salud, primero como un derecho y a su vez para poderla disfrutar, desarrollarse en todos sus escenarios y en todas sus condiciones”.
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En este aspecto, exhortó a los jóvenes a familiarizarse con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y conocer el plan de acción nacional ante el cambio climático, así como los planes estatal y local, dado que ello les permitirá tener una formación que contemple la salud y la alimentación como derechos humanos y, en particular, de la ciudadanía.
Les recordó que para el 2060 posiblemente a ellos les tocará enfrentar nuevas enfermedades, otras necesidades que atender al interior de las ciudades y, sobre todo, tomar las decisiones adecuadas para poder resolver en los escenarios de riesgo futuros.
En colaboración con el ISP iniciaron un intercambio académico para fomentar la construcción de “ciudadanías saludables”, concepto que implica a los ciudadanos y sus derechos, al formar parte de un Estado y un territorio.
“Como ciudadanos, individual y colectivamente, ¿cómo nos cuidamos la salud?, ¿saben cuáles son nuestros factores de riesgo?”, preguntó a los asistentes para recalcar la importancia de la alfabetización en salud y conocer cuáles son los factores y las condiciones de vida que impactan en la salud, porque aprendiéndolas se pueden constituir como ciudadanos saludables.
Nuestra meta, puntualizó, es educar para generar una ciudadanía saludable desde la infancia, que aprenda a cuidarse y evite condiciones de riesgo que le puedan generar enfermedades como hipertensión y diabetes, dos de las más comunes a nivel mundial; esto además redundará en personas que llegarán a su envejecimiento como individuos saludables y responsables.