El faláfel es un platillo originario de Medio Oriente, pero llegó a México gracias a la migración de árabes libaneses a finales del siglo XIX. Estos migrantes trajeron consigo sus tradiciones culinarias, incluido el faláfel, que rápidamente empezó a adaptarse a los gustos mexicanos, convirtiéndose en una opción popular.
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En sus primeras décadas en México, el faláfel se preparaba de manera similar a cómo se hace en el Levante: bolas de garbanzo fritas, con especias como comino y cilantro. Sin embargo, con el tiempo, se integraron ingredientes autóctonos, como la salsa de chile, lo que enriqueció el sabor del platillo.
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La globalización también ha influido en la popularización del faláfel en México. En las últimas décadas, la comida árabe y de Medio Oriente ha ganado notoriedad, gracias a la proliferación de restaurantes y food trucks especializados. Esto ha permitido que el faláfel sea cada vez más accesible en diversas ciudades del país, sobre todo en áreas urbanas.
Hoy en día, el faláfel es considerado una alternativa deliciosa y saludable en la gastronomía mexicana. Su popularidad ha crecido tanto entre los comensales vegetarianos como aquellos que buscan nuevos sabores. Al fusionarse con la comida mexicana, se le pueden encontrar en tacos, tortas y hasta en las tradicionales salsas picantes.
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¿Cómo puedo preparar unos deliciosos faláfel?
INGREDIENTES
- 1 lata de garbanzos
- 1 manojo de perejil o cilantro
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla de verdeo
- 1 pizca de comino
- Jugo de 1 limón
- ½ taza de harina 0000
- Pan rallado, c/u (opcional)
- Aceite, c/n
- Sal y pimenta al gusto
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PREPARACIÓN
- Coloca los garbanzos sobre una tabla de picar o plato y písalos con un tenedor.
- Cuela los trocitos menos pisados que otros, para que tengas una textura fina y rica.
- Pica el cilantro o perejil, el ajo y la cebolla de verdeo. Agrega los garbanzos pisados y condimenta con sal, pimienta y comino. Mézclalos bien.
- Agrega el jugo de limón y la harina. Únelos bien y amásalos con las manos hasta formar la masa.
- Arma las bolitas de falafel (del tamaño de una albóndiga promedio), apriétalas bien y pásalas por un pan rollado.
- Calienta el aceite a fuego medio. Cuando al dejar caer una miguita se formen burbujas, comienza a freír.
- Fríe los falafel hasta que resulten dorados por todas partes.
- También puedes rociarlos con aceite, colocarlos en una placa para horno y cocinarlos en el horno a temperatura moderada (180 C), hasta que queden dorados.