Durante su gira por Estados Unidos, la legendaria banda mexicana Maná volvió a captar la atención de sus seguidores, esta vez por un incidente inesperado en el escenario. En su reciente presentación en Dallas, Texas, el público presenció un momento que combinó susto y admiración hacia uno de sus integrantes más carismáticos: Álex González, baterista de la agrupación.
Originario de Guadalajara, Jalisco, y miembro fundador de la banda formada en 1986, Álex se encontraba ejecutando su rutina de percusión durante la interpretación de “Déjame entrar”. En un intento por dar un toque dinámico a su actuación, subió al banco de la batería para realizar un giro, pero perdió el equilibrio y cayó de espaldas, arrastrando consigo parte del set de instrumentos.
“En el primer concierto me caí del banco de la batería (a la mitad de Déjame entrar, no me pasó nada- ni me golpeé, me cagué de la risa (como se puede ver en la segunda foto) me levanté y seguí tocando la canción y el resto del concierto”, expresó Alex.
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Lejos de desanimarse, el músico se levantó de inmediato, retomó su lugar y continuó tocando con la misma energía de siempre, lo que desató una ovación entre los asistentes.
“No es la primera vez que me caigo de la batería (ni será la última) Me he caído y golpeado muchísimas veces en los 42 años de estar tocando profesionalmente la batería y haciendo las cosas que hago y siempre hay un riesgo / pero así es mi manera de tocar y de expresarme detrás de la batería. Siempre daré todo arriba del escenario porque así es mi esencia y los fans se merecen el mejor show posible”.
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Su reacción calmada y profesional recordó a otro episodio histórico de la banda: en 2014, el vocalista Fher Olvera sufrió una caída desde más de dos metros de altura en el Auditorio Nacional, pero también prosiguió con el espectáculo sin mayores complicaciones.
Este momento en Dallas no solo evidenció la destreza y compromiso de Álex González, sino también la capacidad de Maná para transformar cualquier contratiempo en una muestra de entrega y pasión por la música. Los seguidores de la banda celebraron la actitud del baterista, que convirtió un accidente en una memorable demostración de profesionalismo y fuerza escénica.
LCM
