El más reciente estreno de Dwayne Johnson, The Smashing Machine, ha marcado un momento difícil en la carrera del actor estadounidense, mejor conocido como La Roca, quien se encuentra en México para promocionar su película, a la que espera le vaya mejor en nuestro país.
Lejos de los números millonarios que suelen acompañar sus producciones, la cinta dirigida por Benny Safdie apenas alcanzó los seis millones de dólares durante su primer fin de semana en cartelera en Estados Unidos, una cifra que contrasta con su presupuesto estimado en 54 millones. El resultado no solo representa el peor debut comercial en la trayectoria de Johnson, sino también un recordatorio de lo impredecible que puede ser el mercado cinematográfico actual.
El filme, una biografía del luchador de artes marciales mixtas Mark Kerr, había despertado grandes expectativas tras su paso por los festivales de Venecia y Toronto, donde la interpretación de Johnson fue recibida con elogios y Safdie fue reconocido por su aproximación realista y emocional al retratar la lucha interna de un hombre al borde de la autodestrucción. Sin embargo, ese entusiasmo no logró trasladarse a las salas de cine.
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La Roca: su carrera está en manos de los mexicanos con su película The Smashing Machine
El principal obstáculo para The Smashing Machine fue su coincidencia con el fenómeno cultural de Taylor Swift. Su producción, The Official Release Party of a Showgirl, acaparó la atención mediática y la preferencia del público joven, registrando más de 33 millones de dólares solo en Estados Unidos y superando los 46 millones a nivel global. La potencia comercial de Swift relegó a la cinta de Johnson al tercer puesto del ranking, limitando además su acceso a salas premium como IMAX, esenciales para maximizar la visibilidad de los estrenos de gran presupuesto.
A la competencia se sumó el buen desempeño de One Battle After Another, la más reciente película de Paul Thomas Anderson, y el reestreno de Avatar: Way of Water, que saturaron la cartelera y fragmentaron aún más la atención del público. En ese contexto, el filme de Safdie apenas logró superar a producciones familiares y de animación, un panorama impensable para una estrella del calibre de Johnson.
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Un retrato íntimo
Más allá de las cifras, The Smashing Machine representa un intento valiente por parte de Dwayne Johnson de alejarse de los papeles de acción y comedia que han definido su carrera. En esta ocasión, el actor apostó por un retrato íntimo y vulnerable, encarnando a un hombre atrapado entre la gloria deportiva y la autodestrucción personal.
Para muchos críticos, su actuación es una de las más sólidas de su trayectoria, lo que abre la posibilidad de que encuentre reconocimiento en la próxima temporada de premios, pese al tropiezo comercial. No obstante, el desempeño de la película deja en evidencia una desconexión entre la crítica y el público, así como la dificultad de posicionar dramas biográficos en una industria cada vez más dominada por fenómenos mediáticos y eventos cinematográficos masivos.
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LCM
