Antes que Ricky Martin, Eduardo España y por supuesto antes que Wendy Guevara, el mundo del espectáculo mexicano tuvo una pionera en la lucha por la inclusión y la diversidad sexual: Libertad Palomo, quien tuvo una exitosa carrera como “galán” de telenovelas, por lo que llegó a pensar en el retiro cuando decidió transicionar y abrazar su identidad como Libertad Palomo, hace ya un cuarto de siglo.
Ahora, con una carrera de actriz igual de exitosa, Libertad Palomo comparte lo que ha sido la lección más importante a lo largo de estos 25 años.
“El día que las personas nos tratemos como personas y dejemos de enfocarnos en juzgar si son negros, blancos, gordos, flacos, trans o por cualquier aspecto de su físico, ese día tendremos una sociedad más inclusiva”.
El ejemplo de Libertad Palomo, quien estaba casado con Margarita Isabel cuando decidió ser una mujer trans, es un espejo en el que se mira también más de la mitad de jóvenes de la comunidad LGBTQ+: De acuerdo con The Trevor Poject México publicó un estudio este 2024 en el que documentó que “el 55% e las juventudes LGBTQ+ han sufrido un acto de discriminación por su orientación sexual o identidad de género.
“Aunque para algunas personas podría ser algo sin importancia, la realidad es que al menos 59% de las juventudes LGBTQ+ reportó vivir intentos de suprimir o reprimir su identidad. No hay esfuerzo pequeño cuando se trata de la identidad de las personas”, explica el director de marketing y recaudación de fondos de Trevor, Javi Hernández.
La aventura de Libertad Palomo
En su historia de vida, Libertad Palomo cuenta que cuando decidió comenzar su nueva vida como mujer trans, también se alejó del mundo del espectáculo mexicano: una especie de retiro voluntario que la llevó a vivir un exilio itinerante.
“Nunca me retiré de los escenarios, pero sí me fui 16 años, me la pasé viajando por el país, llevando teatro a varias ciudades, estuve en Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Venezuela, Colombia".
¿Por qué decidiste cerrarte la puerta del mundo del espectáculo?
Yo no me cerré esa puerta. Lo que hice fue retirarme de los chismes. Eso sí, porque no quería estar en ese mundo donde la gente tergiversa las cosas. Anduve de gira por muchos países haciendo teatro y lo único que no hacía es dar entrevistas porque de lo que he escapado toda mi vida es de las informaciones feas donde hay este tipo de violencia.
¿Cuál es la lección que aprendiste durante esos 16 años?
Pienso que no debemos enfocarnos en eso (ser trans). Por ejemplo, yo siempre he admirado a Denzel Washington, pero lo admiro no por ser negro o afroamericano, lo admiro por su arte. Las personas tenemos que vernos no por el aspecto físico.
¿Qué le hace falta al mundo del espectáculo en cuanto al tema de la sexualidad y la diversidad?
A veces el mundo del espectáculo se abre a la diversidad y la inclusión, pero de una manera grosera y absurda porque de pronto alguien dice “ahora soy transgénero y soy artista”. ¿Por qué no se convierten en abogados, en dentistas? Es una falta de respeto a nuestra profesión. En un festival de cine te encuentras a actores que se prepararon y estudiaron, eso es nuestra profesión y ahora se le ha faltado mucho al respeto a nuestra carrera porque abren las puertas a cualquiera. Dice: ahora vamos a hacer una estrella, vamos a crear una artista, eso no es apertura, eso no es diversidad.
La invención de estrellas trans
Libertad Palomo se acaba de presentar en el teatro Xola con la obra "La educastradora", en la que interpreta a la Maestra Delfina, una profesora cruel y mordaz, de esas que cargan gises en la bolsa para lanzarlos como proyectiles contra los alumnos.
La actriz, tras aquel exilio de 16 años, volvió a los escenarios mexicanas como La Buganvilia en el musical “Aventurera”. Tuvo luego otro pico de popularidad con su personaje de Liza en la telenovela “Los Sánchez”.
En tu opinión ¿Qué le hace falta al sistema educativo en cuanto a los temas de sexualidad, diversidad e inclusión?
Que haya verdadera información, que dejemos de andar diciendo las cosas con medias verdades. Que estemos bien documentados al hablar de estos temas. Me ha tocado hablar de algunos docentes… bueno, una vez una persona supuestamente inteligente me dijo: “Ustedes que son transgénicos…” No, no somos maíz transgénico, le dije. Lo que necesitamos es que tratemos el tema con mucho respeto y la inclusión debe ser desde la escuela.
¿Y eso se refleja también en el mundo del espectáculo mexicano?
Así es. Se le ha faltado mucho al respeto a nuestra profesión y tiene que existir un pronunciamiento de nuestra parte para que no nos comparen, que no nos pongan en la misma línea que a personas que no pertenecen al mundo artístico. Si Karla Sofia está haciendo un trabajo hermoso con el que gana un premio en Cannes, no puedo sino felicitarla. Pero lo que no es correcto es llamar a cualquier persona y decirle: "sí, vengan y pónganse un vestido para salir en las luminarias", eso es una grosería para el medio artístico
¿Cómo si fuera una moda?
Es la palabra correcta. Sí, es una moda porque muchas de las personas transgénero ni siquiera lo son, hay que educarse, documentarse.