Las versiones de lo que pasó entre Dulce y su hija Romina en el hospital son contradictorias. Algunos amigos de la cantante como el vidente Jorge Flores aseguran que Romina Mircoli llego al hospital preguntando por la herencia y sin asomo de dolor por la enfermedad de su madre. Hay otros allegados a la familia que afirman que sucedió lo contrario y que mientras Dulce estaba en cama, Romina no sólo la ayudó sino que sucedió una especie de reconciliación entre ellas.
Pero lo cierto es que anterior a la hospitalización, Dulce y Romina tenían una relación fracturada en la que incluso salió perjudicada la nieta de la cantante.
"Dulce quería conocer a su nieto pero Romina se lo negó. No quiso. Y de hecho, Dulce empezó a enfermar a partir de eso", aseguró Jorge Flores en una entrevista con Adela Micha.
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Dulce, sin embargo, siempre se expresó con cariño y amor sobre su hia y, sobre todo, su nieto, quien ahora tiene cinco años, y a quien acostumbrava visitar en Mérida cada vez que tenía días libres entre sus conciertos.
El amor por ellos la llevó a pensar en dejarles una herencia que pudieran disfrutar durante muchos años. Dulce siempre aseguró que no acumuló grandes riquezas a lo largo de su carrera ya que además es necesario recordar que tuvo un bache a principios del siglo XX, cuando la industria de la música cambió de manera radical con la llegada de las plataformas, el internet y la música urbana.
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¿Qué le dejó Dulce a su hija de herencia?
Por eso Dulce pensó en una forma de heredar a su hija un "bien" extraordinario pero peculiar: su voz.
"Le estoy haciendo a mi hija un contenido de todas mis voces, sin música de ningún tipo, para que el día que ya no esté, si alguien le da 10 pesos por la voz de su mamá, para hacerla en cumbia o en ranchero, pues que ella tenga esa herencia".
En efecto, uno de los legados más perennes qque dejan los artistas es material inedito, ya sean cantantes, escritores o compositores. Ahora mismo el mundo de la literatura vive un revuelo por la publicación de la novela que Gabriel García Márquez nunca quiso publicar pero que su familia decidió rescatar de su archivo y lanzarla al mercado.
Las canciones inéditas de Juan Gabriel siguen siendo hoy un tesoro para su heredero universal, su hijo Iván Aguilera, quien las ha publicado con la paciencia del santo Job. Y de José José, a un lustro de su muerte, sus hijos aún pelean por las regalías de sus canciones en internet.
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En el caso de Dulce, tenía muy claro que no dejaría demasiado dinero a sus herederos pero que sí podía garantizar su bienestar económico a través del don que tenía para el canto.
"Lo que le dure (las voces). Eso es lo que yo le puedo dejar de mí, con lo que su madre se abrió camino en la vida”.
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