TECNOLOGÍA

¿Tienes estos mails en tu correo electrónico? Checa esta advertencia

Calcular la contaminación exacta de nuestros correos electrónicos puede ser un desafío

Reconocer esta responsabilidad extendida es crucial para abordar el problema de manera integral
Reconocer esta responsabilidad extendida es crucial para abordar el problema de manera integralCréditos: Pexels
Escrito en YO SOI TU el

En el vertiginoso mundo digital en el que vivimos, nuestras bandejas de entrada a menudo se acumulan con correos electrónicos que van desde ofertas de trabajo hasta memes divertidos que simplemente no podemos resistirnos a reenviar. Sin embargo, lo que podría parecer una actividad inofensiva tiene un impacto ambiental sorprendente y poco reconocido. En este artículo, exploraremos cómo nuestros correos electrónicos almacenados contribuyen a la contaminación del planeta y qué medidas podemos tomar para reducir esta huella ecológica.

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En medio de nuestra rutina diaria, rara vez reflexionamos sobre la huella de carbono que generamos al enviar o almacenar correos electrónicos. La realidad es que la cantidad masiva de correos que se envían a diario a nivel mundial tiene consecuencias ecológicas significativas. Según las estimaciones, se transmiten asombrosos 347 mil millones de correos electrónicos diariamente, y es crucial comprender cuánto contaminan.

Determinar la cantidad exacta de contaminación generada por un correo electrónico no es una tarea sencilla, ya que varios factores influyen en este cálculo. El investigador Mike Berners-Lee, autor de "La Huella de Carbono de Todo", ha intentado abordar esta complejidad. Según sus estimaciones, un correo electrónico de trabajo promedio, leído en una computadora, con un texto que lleva tres minutos de lectura y un archivo adjunto, emite aproximadamente 17 gramos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Las cadenas de correos no deseados, comúnmente conocidas como spam, contaminan aún más, liberando alrededor de 26 gramos de CO2.

¿Es mucho o poco? Una perspectiva impactante

Quizás te estés preguntando si estas cifras son significativas. Para ponerlo en perspectiva, el impacto anual de un solo correo electrónico equivale a la emisión de 150 toneladas de CO2 a la atmósfera. Según los cálculos de Berners-Lee, esto sería equivalente a que todos los usuarios de Internet conduzcan un automóvil por 200 kilómetros. Sin embargo, para obtener una visión más precisa, también debemos considerar la energía consumida por las grandes empresas que mantienen nuestros correos en sus servidores y la electricidad que utilizamos al consultarlos.

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Acciones para reducir la contaminación de los correos electrónicos

Aunque la contaminación generada por los correos electrónicos puede parecer insignificante en comparación con otras fuentes más prominentes, cada pequeña acción cuenta. Eliminar los correos electrónicos antiguos, deshacerse instantáneamente del spam y evitar responder a mensajes innecesarios son pasos prácticos que todos podemos tomar. Además, se nos insta a reflexionar sobre la importancia de simplificar nuestras vidas digitales, eliminando la "clase basura" de correos electrónicos que acumulamos con el tiempo.

Pequeñas acciones con grandes impactos

En última instancia, aunque la contaminación de los correos electrónicos no está acabando con el planeta, representa una oportunidad para iniciar conversaciones sobre la importancia de reducir nuestra huella ecológica en todos los aspectos de la vida. Siguiendo estos consejos simples, podemos contribuir a la preservación del medio ambiente y, al mismo tiempo, concientizar sobre la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles en el mundo digital. La próxima vez que te encuentres frente a un correo electrónico innecesario, recuerda que cada acción cuenta en la construcción de un futuro más ecológico y sostenible.