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Queremos justicia: Adán, menor baleado por guardias murió tras 6 días de agonía

Adán fue baleado por unos guardias de seguridad privada y falleció tras estar 6 días en agonía, internado en la Torre Pediátrica de la ciudad de Veracruz; su familia pide justicia

El menor tuvo muerte cerebral y pasó varios días en agonía.
Adán tenía 13 años y fue baleado presuntamente por guardias de una empresa privada.El menor tuvo muerte cerebral y pasó varios días en agonía.Créditos: Inés Tabal
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- El corazón de Adán dejó de latir esta mañana del 19 de febrero del 2024. El menor de 13 años fue baleado presuntamente por unos guardias de una empresa de seguridad privada que vigilan el paso del tren en la colonia Aluminio, al poniente de la ciudad de Veracruz. Murió luego de estar 6 días en agonía y después de que los médicos lo declararon con muerte cerebral.

Silvia Aparicio, madre del menor y quien se mantuvo a su lado el tiempo que lo tuvieron internado en la Torre Pediátrica, pedía solo una cosa: que su hijo lograra descansar en paz y que ya no sufriera, pues sabía que ya no podían hacer nada por salvarlo.
Al menor de 13 años le gustaba jugar videojuegos en su celular y ayudar a su mamá en los quehaceres domésticos.

El 13 de febrero una bala que habría sido disparada por un guardia de seguridad de una empresa privada se le incrustó en su cabeza y los médicos no pudieron sacarla, lo que le provocó una muerte cerebral que lo tuvo postrado en cama y sobreviviendo con la ayuda de equipo médico.

“Queremos alzar la voz hasta llegar al gobernador, porque ya nomas quedan dos detenidos, dos pinches detenidos, porque tres se fueron porque no les encontraron nada”, dijo Adán Paredes, padre del menor, quien ahora clama justicia por la muerte de su hijo.

6 días en agonía esperando la muerte

El rostro de Silvia luce cansado, la madre de Adán soportó fríos, preocupaciones y el martirio de ver a su hijo morir lentamente sin poder hacer nada. El pronóstico que le daban los médicos de la Torre Pediátrica cada día cambiaba, pero siempre era desalentador.

Adán estuvo hospitalizado en la Torre Pediátrica. (Inés Tabal)

“A las 2:00 de la mañana me dijeron los doctores que mi hijo tenía muerte cerebral, que era cuestión de unas horas para que él falleciera”, contó Silvia.

La madruga del 14 de febrero, un día después de recibir el balazo, cuando a Silvia le informaron de la muerte cerebral de su hijo, ella se quedó esperando a fuera del hospital la hora en la que los médicos le dieran la noticia del fallecimiento, incluso, firmó un consentimiento para que los órganos del joven fueran donados a las personas que lo necesitarán. Pero esas horas se convirtieron en días y en sufrimiento para la familia.

Ver a su hijo postrado en la cama y sobreviviendo con ayuda de equipo médico fue para Silvia una agonía constante. Poco a poco los órganos del joven colapsaron, los riñones, pulmones, hígado y por último el corazón.

Adán murió a causa de un paro cardiaco, ese fue el parte médico que la familia recibió. La bala que le provocó todos estos daños aún permanecía incrustada en su cabeza. Debido a los días que el joven estuvo en agonía los órganos ya no pudieron ser donados.

“Ya habían pasado muchas horas y días y él seguía respirando, su corazón seguía latiendo. Yo firme y autorice que en otro ser viviera, para que él pudiera dar vida, pero no fue así, yo solo quería que ya no me lo dejaran sufrir ahí”, comentó la madre.

Todos los días la familia y amigos de Adán estuvo a fuera de la Torre Pediátrica, su hermano vino de dese la Ciudad de México para despedirse de él. Para permanecer más cerca del joven, y de todo lo que necesitara, alquilaron un cuarto de hotel en las inmediaciones del hospital, pero debido a los días que estuvo internado no pudieron seguir pagándolo, por lo que se retiraron antes de que se les notificará la muere del menor.

Una muerte y dos guardias detenidos

Silvia vio a lo lejos el altercado donde su hijo fue herido. La madre narró que caminaba por una calle de la colonia Aluminio, donde tiene su casa. Le llamó la atención ver a varias personas y luego se percató de la riña que se estaba formando entre vecinos y los guardias de la empresa “Seguridad Privada General Benignos”, que cuidan las vías del tren.

A lo lejos se escuchó los disparos, Silvia corrió a ver qué era lo que pasaba, fue ahí donde se enteró de que su hijo fue herido con arma de fuego. Presuntamente los guardias de seguridad habrían disparado en varias ocasiones a las personas que estaban ahí, una de esas balas dio en la cabeza a Adán y le causó daños irreversibles.

"Yo lo recogí en la calle, de ahí me lo llevé. Mi hijo era un chico sano, muy activo y pues ahorita no tengo palabras. Él estaba durmiendo, yo no supe por qué se levantó y fue a ese lugar. Él me ayudaba en mi casa y jugaba mucho”, agregó Silvia.

Adán fue baleado presuntamente por guardias privados. 

En el reporte policíal se informó que el 13 de febrero del 2024 vecinos de la colonia Aluminio alertaron a través del 911 a las autoridades de la riña cerca de la Plaza Nuevo Veracruz, por el camino vecinal Miguel Alemán. Ese martes fue que comenzó el peregrinar de la familia.

Primero llevaron a Adán al hospital privado Star Médica, donde solo estuvo algunos minutos y posteriormente fue trasladado a la Torre Pediátrica. Mientras que al lugar donde ocurrieron los hechos acudieron Policía Naval y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para acordonar la zona.

Hubo 5 guardias de seguridad detenidos por las autoridades, para el viernes 16 de febrero la Fiscalía General del Estado (FGE) publicó un comunicado donde señaló que dos de los implicados en los hechos fueron imputados como probables responsables del delito de lesiones dolosas calificadas.

“En Veracruz, en contra de Juan Diego “N” y Arturo Alfredo “N” como probables responsables del delito de lesiones dolosas calificadas cometido en agravio de una víctima adolescente con identidad resguardada, hechos acontecidos el 13 de febrero del 2024 cuando los ahora imputados siendo elementos de seguridad privada presuntamente realizaron detonaciones de arma de fuego en contra de la víctima, dentro del proceso penal 104/2024”, dice el comunicado.

Mientras que a los otros tres los liberaron por la falta de pruebas, algo que la familia consideró injusto, ya que aseguraron que no es la primera vez que se comenten estos tipos de ataques por parte del personal de seguridad privada que cuidan las vías del tren que pasa por la colonia Alumino.

“Fueron cinco los que detuvieron y ahorita nada más son dos los que son presentados, pero yo no entiendo por qué los otros se ensañaron con las vidas que estaban ahí, porque eran muchas vidas las que estaban ahí”, dijo Silvia. Ahora la familia pide a las autoridades no dejar salir a las personas que están señaladas de haber disparado y asesinado al menor.

vtr